Pepe ‘El Marismeño’ saltó a la fama en el año 2000, recogiendo una etapa llena de éxitos en el mundo del arte y el flamenco. Acaparó grandes titulares de la crónica social del país tras descubrirse su relación sentimental con Carmina Ordoñez. Tras su ruptura y el fallecimiento de la misma, las apariciones públicas del cantante se redujeron notablemente de cara a la pequeña pantalla, decidiendo así alejarse de todo lo mediático y llevando una vida bajo los hilos más herméticos posibles. No obstante, sin esperarlo, el intérprete del álbum musical Cambio de vía, acudió en calidad de invitado al cumpleaños de José Luis López, alias «El turronero».
El Marismeño posó junto a su familia en el photocall por donde pasaron los más de 3.000 invitados de la gran celebración, pero, en su caso, su cambio físico fue el principal protagonista de su reaparición frente a los medios. Sin esconderse, el artista achacó su gran «metamorfosis» a la desintoxicación por la que ha tenido que atravesar en los últimos años, explicando que desde los 14 años probó el alcohol y «todo comenzó a cambiar». Su relación con Camila Ordoñez agravó aún más su problema con las adicciones, de hecho, con el paso de los años, Pepe ha reconocido que su noviazgo empezó a raíz de que a ambos les gustaba mucho la fiesta. Fue por eso que, el fallecimiento de Carmina le empujó a querer cambiar su vida, ingresando en un centro de desintoxicación que le ayudó con su problema.
Pese a todo, en una entrevista que concedió al Diario de Huelva hace unos años, reconoció que Carmina fue una etapa de su vida «muy bonita» y que aunque muchos aseguraban que estuvo con ella por dinero, pero a juzgar por sus palabras ofrecidas al medio citado, nada más lejos de la realidad. «Fue una época de mi vida donde había mucha droga, mucha juventud y muchas ganas de comerme el mundo. Cuando descubrí a Carmina tal y como era encontré una excelente persona, con un corazón brutal, una madre luchadora y ejemplar, pero le gustaba vivir al límite la vida», señalaba.
A raíz de su propia experiencia, dos años después de tratarse, él mismo quiso abrir su propia clínica en Sevilla para ayudar a personas que estén viviendo una situación similar por la que él atravesó. «Aquella decisión fue tan positiva, el cambio, tan brutal, que le dio un vuelco tremendo a mi vida. Yo pude salir de aquel infierno y hoy lucho para ayudar a que otros muchos también lo consigan. Si se quiere, se puede. Es una labor muy gratificante», contaba a los medios encargados de cubrir el 60º cumpleaños del empresario mencionado líneas más arriba.
Pepe ‘El Marismeño’/ Gtres
Entre todos los pacientes con los que ha llegado a tratar en su centro se encuentra José Fernando Ortega Cano, a quien define como una persona «maravillosa»: «Tiene un gran futuro por delante. Quiere a su padre con locura y sé que debe estar súper contento al ver a su hijo limpio», reconocía a la revista Pronto. Sin duda, en estos 20 años, ‘El Marismeño’ ha conseguido un cambio tanto mental como físico que, aunque sea en menor medida, le sigue posicionando como personaje de muchos titulares que señalan esta metamorfosis por la que ha atravesado a lo largo de estos últimos años a raíz de su desintoxicación.