Ávila continúa quemándose, aunque la evolución es favorable. El incendio, que se inició este sábado en el término municipal de Navalacruz al arder un vehículo, se ha convertido en el mayor sufrido en la comunidad de Castilla y León desde el año 1984, cuando se les transfirieron las competencias. El fuego tiene ya un perímetro de unos 130 kilómetros y se estima que ha afectado a más de 20.000 hectáreas, indican en el Ministerio para la Transición Ecológica. Las dos zonas más complicadas se encuentran en el flanco sur del incendio, en los términos municipales de Navalacruz, Navaquesera, Villarejo y Navalmoral de la Sierra. La zona afectada es sobre todo de monte bajo, encina, pastos y algún pinar.
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Incluso en pueblos que se habían evacuado y a los que los vecinos han vuelto al ir desapareciendo el peligro se sigue luchando contra focos que se reavivan. Es el caso de Riofrío, donde la alcaldesa, Pilar Galán, está intentando que se controle uno al lado del pueblo. “Nos están ayudando los hidroaviones porque el terreno es muy accidentado”, explica. “Es un sinvivir, cuando se apaga uno, se reactiva otro”, añade. Los vecinos, agrupados en cuadrillas, llevan desde este lunes colaborando con palas, agua, ramas… La alcaldesa también está intentando solucionar las dificultades con las que se encuentran los ganaderos para alimentar a sus animales.
Un problema al que también se enfrenta Pedro Sansegundo del Peso, ganadero del municipio de Navalmoral, donde el fuego ya está más o menos controlado, “aunque se reactiva en algunos lugares”. Las llamas han arrasado los almacenes donde guardaba el pienso y las fincas en las que pastaban las vacas. “La única solución será comprar más pienso y esperar a que llegue la primavera que viene, aunque va a ser mala, porque los campos están arrasados”, explica.
Su hijo, del mismo nombre, se encuentra en el pueblo de Navalacruz, otro de los más afectados. La tarde de este martes contaba que todavía había pequeños fuegos, pero que el incendio se encontraba bastante controlado, “gracias en buena parte al trabajo de los vecinos, que hacían cortafuegos con lo que tenían”, unos a mano, él con su excavadora, mientras otros preparaban comida y bebida para que los que estaban trabajando repusieran fuerzas. “Estoy orgulloso de mi gente y de mis amigos”, dice. Este ganadero y propietario de una empresa de excavación calcula que en su municipio se han quemado el 90% de los pastos. Cuenta que hay personas que se están poniendo en contacto desde otros sitios para ofrecerles paja para el ganado, pero tienen todavía que evaluar la situación.
“Queda un intenso trabajo para el control y la extinción”, ha subrayado en rueda de prensa esta mañana Alfonso Fernández Mañueco, jefe del Ejecutivo autonómico, quien ha apuntado también a que ya se está trabajando para recuperar la zona y ayudar a los afectados. Ha anunciado que se tomarán de forma urgente medidas preventivas para evitar el deterioro del suelo, las enfermedades forestales, los arrastres por lluvias y para mantener la pureza del agua.
El ministerio advierte del alto riesgo de incendios forestales que existe debido a las condiciones climatológicas. Además del incendio en Navalacruz, los efectivos de Transición Ecológica trabajan en la extinción del fuego en Felices de los Gallegos (Salamanca). Y a lo largo del día han actuado en otros cuatro incendios en Andalucía (en las provincias de Cádiz, Córdoba y Huelva); uno más en Asturias, otro en Canarias y un último en Galicia.
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