Sin duda una de las escapadas más comentadas de los últimos días ha sido la protagonizada por Albert Rivera a bordo del yate La juliana, donde ha compartido unas jornadas en alta mar rodeado de amigos conocidos en la esfera pública del país como Begoña Villacís, Macarena Gómez y su marido, Aldo Comas, entre muchos otros. Y es que más allá de las imágenes que han desatado un sinfín de rumores sobre la posibilidad de que el expolítico haya rehecho su vida sentimental con la actriz Aysha Daraaui, lo cierto es que también hemos podido conocer la amistad existente entre algunos de los asistentes a este viaje.
Sin ir más lejos, Aldo Comas publicaba hace tan solo unas horas en su perfil oficial de Instagram, un video donde podíamos ver como compartía un momento muy inesperado para sus seguidores junto a Begoña Villacís. A juzgar por las imágenes trascendidas, ambos parecen mantener una relación muy estrecha de amistad y es que la ex vicealcaldesa de Madrid se ha lanzado como pintora y ha compartido una tarde entre brochas con su íntimo amigo, el cual se dedica profesionalmente al arte. Aunque la madrileña siempre ha preferido guardar su faceta más privada e íntima bajo los hilos más discretos, lo cierto es que gracias a este material gráfico, compartido por la pareja de Macarena Gómez, hemos podido conocer el hobbie que lleva en secreto y que le une a Comas.
Begoña Villacís pintando/ Instagram
No obstante, aunque ambos compartan gustos similares, lo cierto es que pertenecen a mundos muy diferentes. Mientras que Begoña Villacís está completamente vinculada al mundo de la política (aunque por un tiempo ha decidido alejarse en cierta manera de ella), Aldo Comas es un artista contemporáneo, además de productor musical e instructor de paracaidismo. Aunque la primera ha estado en más ocasiones expuesta a lo mediático, la vida de Comas siempre ha estado rodeada de personajes de la jet set europea. Sin ir más lejos, es íntimo amigo de los hermanos Casiraghi, los hijos de Carolina de Mónaco a los que conoció durante su etapa estudiantil en el internado suizo Alpin Beau Soleil.
Volviendo a su amistad con Villacís, la pintura parece haber traído momentos inolvidables para estos grandes amigos, aunque su historia con el arte es completamente diferente. Aldo Comas comenzó a pintar por diversión cuando era pequeño, pero con el paso de los años, lo que empezó siendo un pasatiempo terminó convirtiéndose en una de sus grandes fuentes de ingresos. «Lo que comenzó como una distracción se ha convertido en mi medio de vida. Al principio, regalaba los cuadros. Después, me animaron a vender. Comencé con 100 euros, luego 300, 1.000 y ahora ya estoy por 9.000 euros», confesaba en una entrevista que concedió a La Razón el pasado mes de marzo.
Sin embargo, el video con el que hemos descubierto que Begoña Villacís también utiliza la brocha en sus tiempos libres ha desvelado por primera vez este hobbie que la ex política mantenía en secreto. Se desconoce si gracias a su relación con Comas ha ido a más o si, por el contrario, también era usual que la pintura abarcara espacio en su tiempo libre.
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