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Tras apenas un mes desde la toma de posesión para su segundo mandato como presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso acumula ya un puñado de iniciativas cuestionables o incluso preocupantes. En primer lugar, destacan planes fiscales de corte ultraliberal, con una propuesta de rebajas del IRPF que beneficiarían a las rentas altas mucho más que a las bajas. En un contexto en el que instituciones internacionales poco sospechosas de izquierdismo como el FMI abogan por aumentar la contribución de los más pudientes para paliar la grave crisis social, el planteamiento de Ayuso se sitúa en un rincón realmente extremo de la paleta política contemporánea. Máxime cuando se considera que la Comunidad de Madrid viene sufriendo desde hace tiempo un deterioro de servicios públicos.
En segundo lugar, resulta muy inquietante la propuesta de su Gobierno para modificar la ley que regula la televisión pública de la comunidad en términos que reducirían claramente su independencia. La maniobra desprende un claro e inaceptable aroma de intento de proteger sus intereses partidistas desde un ente público que debiera estar al servicio de todos los madrileños.
Menos trascendental, pero francamente cuestionable resulta la articulación de la Oficina del Español con el exdiputado de C’s Toni Cantó como director. La nueva institución tendrá el objetivo de hacer de la ciudad de Madrid “la capital europea del español”. Si ya es extraña la creación de una oficina para convertir la capital de España en la capital europea del español, más controvertido es poner al frente de la misma a alguien que no tiene acreditada ninguna preparación sobre la materia. Todo apunta a un intento de acomodar a Cantó, maniobra que flaco favor hace a la confianza pública en la política.
La política sanitaria ofrece contrastes llamativos. Por un lado, la vistosa apertura nocturna del Zendal; por otro, un acuerdo para ampliar los puntos de vacunación con instalaciones en empresas privadas. Esto ocurre en un contexto en el que Madrid es la autonomía que menos dosis de las recibidas ha inoculado; se halla por debajo de la media nacional tanto en porcentaje de personas que han recibido la primera dosis como de aquellas con la pauta completa. Al margen del mérito de ambas iniciativas, lo que llama la atención es el contraste con el insuficiente apoyo a centros de salud y atención primaria.
La líder madrileña cosechó un gran resultado electoral el pasado mayo. Recortes de impuestos y servicios públicos débiles son parte del proyecto político refrendado en las urnas. Ello no impide observar la radicalidad de su plan en el actual contexto occidental y dudar de que la confianza depositada en su candidatura tuviera como fin iniciativas como la de Telemadrid y Toni Cantó.
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