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El juez imputa a la exministra Arancha González Laya por la entrada de Gali en España

El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, que investiga la entrada supuestamente irregular en España del líder del Frente Polisario Brahim Gali, ha imputado a la exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya.

El ex jefe de gabinete de Laya, Camilo Villarino, que declaró como investigado el pasado día 13 en el mismo juzgado, dijo que la entonces ministra le dio instrucciones para que facilitara la entrada de Gali en España sin necesidad de someterse al control de pasaportes, lo que aseguró que permite el reglamento Schengen, que regula el espacio europeo sin fronteras.

El líder saharaui llegó el pasado 18 de abril en un vuelo de Estado desde Argelia para tratarse de una fuerte afección de la covid-19. Su presencia en España sirvió como desencadenante de una grave crisis diplomática con Marruecos que tuvo su cénit el 17 de mayo, cuando más de 10.000 inmigrantes entraron irregularmente en Ceuta con la complacencia de Rabat. Gali abandonó España el pasado 2 de junio, tras pasar 44 días internado en el hospital San Pedro de Logroño y declarar por vía telemática sobre varias denuncias por torturas ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien lo dejó en libertad sin tomar medidas cautelares.

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Según Villarino, González Laya le mandó un SMS el 18 de abril indicándole que le llamara desde un teléfono seguro y, una vez en comunicación, le indicó que se había tomado la decisión de admitir al líder del Polisario por razones humanitarias. El diplomático indicó que no sabía quién había tomado la decisión, pero que entendía que no había sido la ministra por sí sola.

El diplomático añadió que su jefa le facilitó contactos de la Presidencia de La Rioja y en Argel y le indicó que fuera “discreto y reservado”, ya que había que valorar el impacto de la noticia en un país que no había sido informado, en alusión a Marruecos.

El exdirector de gabinete de Laya también declaró que Gali iba a entrar en España con un pasaporte diplomático argelino y que le acompañaría su hijo, con algún tipo de carné de residencia. El 22 de abril, prosiguió Villarino, se enteró por la prensa de que Gali había sido hospitalizado con un pasaporte falso y pidió al director de la Oficina de la Presidencia de La Rioja, Eliseo Sastre, que lo verificara. Villarino entregó en el juzgado copia del supuesto pasaporte de Gali con una fecha y lugar de nacimiento que no se corresponde a la realidad y de una tarjeta de su hijo expedida el 28 de mayo pasado; es decir, cuando ya se encontraba en España.

El juez Lasala ha citado también como testigo, para el próximo 4 de octubre, al exsecretario general técnico de Exteriores, José María Muriel Palomino, quien supuestamente autorizó el aterrizaje del avión que traía a Gali, pero todavía no hay fecha para la comparecencia de González Laya. También está pendiente la citación, como testigo, de la ex jefa de Gabinete de la ex vicepresidenta Carmen Calvo y actual directora de la Fábrica Nacional de Moneda, María Isabel Valldecabres, quien tres días antes de la llegada de Gali llamó a Villarino para preguntarle si sabía algo del asunto.

La imputación de González Laya había sido solicitada por los letrados Juan Carlos Navarro y Antonio Urdiales, que ejercen la acusación popular por los presuntos delitos de prevaricación, encubrimiento y falsedad de documento. En cambio, la abogada del Estado ha presentando un escrito en el que pide el libre sobreseimiento de Villarino, hasta ahora el único imputado, por considerar que la entrada de Brahim Gali y de su hijo en España “fueron conformes a Derecho” y que no tiene sentido seguir investigando sobre hechos sin relevancia penal.

La portavoz del Gobierno en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. En vídeo, declaraciones sobre el caso Gali.EFE (M.FERNÁNDEZ / EUROPA PRESS)

Por otra parte, el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí, Naser Burita, mantuvieron ayer la primera conversación telefónica de la que se informa desde que el primero llegó al cargo el 12 de julio. Ambos quedaron en reunirse próximamente en persona, ya que no fue posible hacerlo en Nueva York, como estaba previsto, al no acudir el ministro marroquí a la Asamblea General de la ONU, según fuentes de Exteriores.


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