La vida de Caris LeVert dio un vuelco mucho mayor de lo que podía sospechar el 13 de enero cuando formó parte del intercambio a cuatro bandas que hizo posible el pase de James Harden desde Houston a Brooklyn. Fue uno de los traspasos de la temporada, un cambio de cromos que modificó el ecosistema imperante hasta ese momento en la NBA. Los Nets, con el trío estelar formado por Kevin Durant, Kyrie Irving y Harden, multiplicaban de un día para el otro sus opciones al título, en poder de los Lakers. LeVert no hubiera deseado dejar los Nets, el equipo en el que empezaba su quinta temporada en la NBA. Sin embargo, no le quedó otro remedio que aceptar el axioma de una Liga en la que no se puede pagar por los fichajes, pero donde las franquicias poseen libertad absoluta para enviar a los jugadores de un lado a otro.
No sabía LeVert (Columbus, Ohio, 26 años), que ese traspaso iba a ser providencial para que le detectaran un cáncer de riñón. Nada le había hecho sospechar. Había disputado con normalidad todos los partidos de los Nets esta temporada, y el día anterior al traspaso estuvo 26 minutos en la cancha y sumó 20 puntos ante Denver.
Ese acuerdo, el 13 de enero, entre Brooklyn, Houston, Cleveland e Indiana, envió a LeVert a este último equipo, precisamente el que lo eligió en 2016 en el puesto 20 del draft, pero que de inmediato lo cambió por Thaddeus Young con los Nets. El reconocimiento médico tras el traspaso de hace dos semanas, más concienzudo que los rutinarios, detectó el carcinoma que sufría su riñón izquierdo. “No tenía ningún síntoma. No me había perdido ningún partido. Me sentía 100% saludable”, dijo LeVert. “El cambio de equipo permitió ver lo que estaba pasándole a mi cuerpo. Desde ese punto de vista, pienso que el traspaso ha podido salvarme la vida a largo plazo”. Fue operado este martes por el doctor Jason Sprunger en el Community Hospital North en Indianápolis. Los médicos indicaron que no será necesario más tratamiento. “Obviamente, quiero jugar lo antes posible”, afirmó el nuevo escolta de los Pacers antes de ser operado. “Soy un competidor; me encanta jugar. Pero lo más importante es asegurar mi buena salud. Cuándo podré volver a jugar no es lo que más me preocupa en este momento”.
Lesiones y situaciones difíciles
La carrera de LeVert, a pesar de dos importantes lesiones, ha sido ascendente. Los Nets le renovaron el contrato en agosto de 2019 por tres temporadas y 52,5 millones de dólares, 43,3 millones de euros. Durante la anterior campaña y los 12 primeros partidos de la presente promedia casi 19 puntos, más de cuatro rebotes y casi seis asistencias. En ausencia de Durant e Irving, fue titular. Y Steve Nash, el entrenador de los Nets, dijo que esta temporada podía ejercer un papel semejante al de Manu Ginóbili cuando el alero triunfó como sexto hombre en los Spurs.
El nuevo jugador de los Pacers ha pasado por situaciones muy difíciles en su vida. Tenía 15 años cuando, su padre, Darryl Sr., de 46 años, falleció a causa de una insuficiencia cardíaca. Caris y su hermano menor Darryl lo descubrieron en su casa, en Pickerington, Ohio. La madre de LeVert, Kim, sufre esclerosis múltiple. “Trato de sacar lo positivo de cada situación”, afirma LeVert. “Si conocieran a mi mamá, nunca adivinarían que sufre esa enfermedad. Es muy especial. Tengo mucha fe en Dios. Sé que no todo es perfecto, pero en la vida, lo importante es cómo reaccionas a lo que te sucede”.
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