Nikolas Cruz pasará el resto de su vida entre rejas. El jurado popular de su juicio ha recomendado una sentencia de cadena perpetua no revisable para el joven que en 2018 mató a 17 personas, 14 alumnos y tres profesores, en el instituto Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, una tranquila localidad de Florida de unos 30.000 habitantes, a una hora en coche al noroeste de Miami. Cruz se libra de la sentencia de muerte que pedía el fiscal.
El juicio por la masacre del día de San Valentín de 2018 se ha prolongado durante tres meses. Aquel 14 de febrero, Cruz, un exalumno del instituto entró en su antiguo colegio y abrió fuego contra sus excompañeros y los profesores que encontró a su paso, dejando un reguero de sangre y muerte. La matanza de Parkland es la más sangrienta que ha llegado a juicio por el número de víctimas mortales.
Cruz, que ahora tiene 24 años, ya se había declarado culpable de matar a 17 personas y herir a otras 17. En el juicio, que ha contado con declaraciones de testigos y de familiares de las víctimas, lo que estaba en juego es si se condenaba a Cruz a la pena de muerte o a cadena perpetua. Tras menos de un día de deliberaciones, el jurado de 12 miembros, formado por siete hombres y cinco mujeres, se ha inclinado por la prisión por considerar que Cruz estaba perturbado y tomar en cuenta los antecedentes de abuso del alcohol y de las drogas de su madre durante el embarazo.
El condenado ha permanecido impávido durante la lectura del fallo del jurado, que ha disgustado a familiares de las víctimas presentes en la sala que abogaban por la pena capital. “Lo que me dice a mí, lo que le dice a mi familia, lo que le dice a las otras familias es que su vida significa más que los 17 que fueron asesinados y que los miles de personas en esa escuela y esa comunidad que están aterrorizadas y traumatizadas todos los días”, ha dicho Debra Hixon, de 49 años, viuda de una de las víctimas, en una rueda de prensa recogida por CNN. Numerosos familiares se han manifestado en el mismo sentido.
Cruz era miembro de una organización supremacista, había sido expulsado en 2017 del instituto por indisciplina y por sus amenazas a otros alumnos y tenía tendencias depresivas. Antes de expulsarle, le llegaron a prohibir la entrada con mochilas. El colegio sabía de su desequilibrio, él exhibió armas y lanzó mensajes violentos en las redes sociales e incluso el FBI fue alertado de ello.
Nikolas Cruz se había grabado unos días antes alertando de sus planes: “Hola, me llamo Nick y voy a ser el próximo tirador en un colegio en 2018. Mi objetivo es matar al menos a 20 personas, con una AR-15″, decía en un vídeo aportado como prueba del proceso por la acusación.
Únete para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
La matanza de Parkland despertó un movimiento en todo Estados Unidos protagonizado por jóvenes que reclamaban limitaciones al uso de armas de fuego. Manifestaciones multitudinarias, concentraciones y protestas se sucedieron durante meses, pero sin resultados apreciables. Este año, tras la matanza de Uvalde (Texas) el Congreso ha aprobado unas mínimas restricciones adicionales al uso de armas.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.