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El lenguaje del ‘te voy a dejar’


Tres meses antes de romper una relación las palabras empezarán a delatarle sutilmente. Y esos pequeños cambios del lenguaje permanecerán hasta seis meses después de la ruptura. Solo entonces usted recuperará su modo habitual de hablar. Esta es la línea de investigación de tres psicólogas de la Universidad de Texas, en Austin (EE UU), que entraron de forma incógnita en el foro de rupturas de Reddit y convirtieron su aventura en una tesis doctoral que acaba de publicar la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

En su labor de espías siguieron durante un año un millón de publicaciones de 6.803 usuarios que ­aireaban sus rupturas en el foro. Las investigadoras buscaban qué decían antes y después de dar por acabada su relación, y encontraron marcadores del lenguaje que anunciaban la separación hasta tres meses antes de que se verbalizara el primer “tenemos que hablar”, llegaban a su pico durante la ruptura, y no desaparecían hasta medio año después.

Ni uso excesivo de las mayúsculas, ni signos de admiración, ni puntos suspensivos tecleados compulsivamente: las señales eran mucho más sutiles. Un modo de hablar más personal e informal que el habitual, con un aumento del uso de la primera persona, tanto del plural como del singular, es el primer marcador que encuentran las investigadoras. “Son señales de una pesada carga cognitiva. Su cerebro está muy ocupado intentando dilucidar algo y se vuelven más reconcentrados y egocéntricos”, explica la autora Sarah Seraj.

Verbos condicionales

Los que están en trance de ruptura usan más verbos condicionales como “deberíamos” o podríamos”, conjunciones causales como “porque”, o niegan de un modo rotundo, con “noes” y “nuncas”. La casi total ausencia de artículos y adverbios de lugar también sorprendió a las investigadoras, que lo interpretan como un monopolio total de las emociones en la conversación.

Seraj cree que no se suele ser consciente de estos cambios que comienzan, al parecer, meses antes de verbalizar el deseo de acabar una relación. “Antes de que la ruptura sea un hecho consciente, ya empieza a afectar al modo de pensar, y se refleja en las palabras”, explica. Kate Blackburn, otra de las autoras, dice: “Ha sido fascinante observar a través de la tecnología cómo se viven las separaciones en tiempo real”.

La psicoterapeuta María Michelena, con consulta en Madrid y mucho café-terapia en Instagram, dice que no tiene dudas de que existe un lenguaje que anuncia las rupturas de pareja, incluso antes de que el o la interesada lo sepan. “La separación siempre se instala antes… y por la boca muere el pez”. En su consulta, Michelena suele prestar atención a “la literalidad de las palabras”. “No es lo mismo usar una palabra o su sinónimo. Hay algo en el lenguaje que chirría, un término fuera de contexto o que no forma parte del vocabulario habitual”, observa la psicóloga. “Los diferentes procesos psíquicos que están en marcha y que aún no han salido a la superficie se expresan a través de las palabras”.

Otra conclusión del estudio nos confirma lo que ya sabemos: no hay que permanecer en los foros de rupturas retroalimentándose con otros damnificados. Esa conclusión dice: “Los que comentaron y discutieron acerca de sus separaciones durante largos periodos de tiempo estaban al cabo de un año mucho peor que los que dejaron de contar su vida y salieron al mundo real”


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