Llegó a extraer hasta un millón y medio de litros de gasolina por mes, además de incursionar en diversos delitos como la extorsión, el cobro de piso y el secuestro.
Por Javier Bravo
León, Gto. José Antonio Yépez Ortiz alias “El Marro” ya tenía ocho años operando como el principal ladrón de hidrocarburo de Guanajuato, cuando su nombre se dio a conocer a la opinión pública por primera vez en 2017. De manera que tuvo que transcurrir más de una década para su última detención, ya como líder del llamado Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL).
Se trata de la figura criminal más representativa de Guanajuato, llegó a extraer hasta un millón y medio de litros de gasolina por mes, además de incursionar en diversos delitos como la extorsión, el cobro de piso y el secuestro.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía General del Estado, Yépez Ortiz nació el 23 de julio de 1980 en la comunidad rural San Antonio de Morelos perteneciente al municipio de Juventino Rosas, pero sus raíces fueron en la comunidad de Santa Rosa de Lima del municipio vecino de Villagrán.
No es clara la forma en que comenzó su carrera delincuencial. Entre sus antecedentes criminales se encuentra una captura en 2008 por robo y delincuencia organizada, pero logró su liberación bajo el pago de fianza.
De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Yépez Ortiz fue a partir de esos años que comenzó a tejer una red para incursionar en el robo de combustible.
De acuerdo con el analista y asesor en temas de seguridad pública, David Saucedo, “El Marro” tuvo sus orígenes en la vida criminal en el estado de Querétaro, en el narcomenudeo y robo de autos. Aunque es guanajuatense, “siempre mantuvo un pie en el estado, amplió sus posibilidades, desarrolló células, pero siempre estuvo en Querétaro”.
Incluso, agregó David Saucedo, varios de los videos que grabó contra el gobierno y sus contrarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), los realizó desde casas de seguridad que están en la demarcación queretana.
Líder y generador de violencia
Los inicios en la llamada práctica del “huachicoleo” a gran escala organizada, los informes de inteligencia difundidos por analistas y organizaciones, ofrecen diferentes hipótesis.
El 5 de mayo de 2017, luego de que el entonces presidente Enrique Peña Nieto anunciara una estrategia integral para combatir el robo de hidrocarburo en todo el país, el general del Ejército Mexicano, Arturo Velázquez Bravo, entonces nombrado jefe de la XVI Zona Militar, reveló por primera vez del principal objetivo en Guanajuato.
“Es el principal objetivo del Estado y me extraña que no lo conozcan”, expresó entonces.
De acuerdo a lo informado abiertamente por Velázquez Bravo -actualmente subdirector de Salvaguarda Estratégica de Pemex-, Yépez Ortiz habría comenzado a concentrarse en el robo de hidrocarburo al menos desde ocho años antes, es decir, desde 2009.
“Entre Celaya y Salamanca donde se mueve este tipo, al mes un millón y medio de litros los lleva con una toma, nada más él, obvio también las hay, pero menos, para (el rumbo de) Yuriria. La Procuraduría dice que tiene como cien propiedades vinculadas con este tipo, igualmente la violencia tiene que ver este tipo, que tendrá unos ocho años trabajando” explicó en aquel entonces.
De acuerdo a los informes de seguridad documentados por la organización Insight Crime, fue en 2014 cuando “El Marro” habría intensificado el robo de combustible. Esa versión indica que comenzó como lugarteniente de David Figueroa, alias “El Güero”, exdirector de la Policía Estatal Preventiva de Chiapas a quien se le identifica como cofundador del CSRL.
El análisis de la organización estadounidense coincide con el del analista David Saucedo, respecto a la importancia que tiene 2017 para Yépez Ortiz, pues no solo fue dado a conocer como el objetivo prioritario, sino que es el año que se acredita su consolidación al frente de la organización delictiva.
Pero sin duda lo más relevante de ese año fue el inicio de la guerra contra el CJNG. Según indicó Saucedo, el inicio de la disputa que catapultó a Guanajuato como el estado más violento, se desató cuando una negociación, terminó en el asesinato del presunto sobrino de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del CJNG.
Guerra criminal
El 17 de enero de 2017 se suscitó una balacera en la sucursal del Italian Coffee que se ubica en la salida de Irapuato hacia la ciudad de León, en las inmediaciones del Hotel Holiday Inn. Dos personas fueron asesinadas. La versión oficial indicó que sujetos armados a bordo de cuatro camionetas arremetieron contra ellos.
Las dos víctimas fueron identificadas como J. Refugio Muñoz Bueno de 40 años, quien murió en el lugar, y Paulo Orozco Velázquez de 29 años, quien fue llevado al Hospital General al recibir ocho balazos, uno de ellos en la cabeza.
En el ataque otras dos personas resultaron lesionadas y se les atendió en el Hospital General, que tuvo que ser resguardado por elementos del Ejército Mexicano y Policías Municipales.
Uno de los dos fallecidos, de acuerdo a David Saucedo, se trataba del sobrino de “El Mencho” aunque jamás se precisó cuál de los dos tendría ese lazo familiar.
“Inicialmente el CJNG había querido formalizar una alianza con el CSRL, ya habían tenido conflictos, pero hubo un momento de tregua entre ambos carteles y “El Mencho” envió a emisarios para tener conversaciones; “El Marro” rechazó la oferta asesinando a los mensajeros uno de ellos el sobrino”, explicó el analista.
Y así fue. En octubre de 2017 un grupo de hombres armados encabezados por Yépez Ortiz, declararon formalmente la guerra al CJNG. Alrededor de una centena de sujetos con fusiles de asalto, lanzaron amenazas y descargas de fuego hacia el cielo. A partir de ese momento la disputa se ha prolongado hasta la actualidad.
“En el mundo criminal existen reportes que apuntan a que ‘El Marro’ habría recibido ayuda de ‘El Mayo’, líder del Cártel de Sinaloa, así como protección del grupo Los Viagras, originarios de Michoacán, para detener el avance del CJNG con préstamos de materiales y personal para apoyar la lucha”, cita Insight Crime al respecto.
Territorialmente, la guerra criminal inició centralmente en los municipios de León, Salamanca, Irapuato, Celaya, Apaseo el Alto y Apaseo el Grande, sin embargo, este fue extendiendo al resto de los municipios del sur del estado como Salvatierra, Moroleón, Uriangato, Valle de Santiago, Acámbaro, Jerécuaro y Coroneo, además del norte como San Luis de la Paz y San José Iturbide.
En 2017, Guanajuato ocupó el primer lugar a nivel nacional registró 1 mil 843 tomas clandestinas de las 10 mil 316 registradas en el país. Puebla llegó al segundo lugar con 1 mil 437. Ese mismo año, en el estado se cometieron 1 mil 96 homicidios dolosos, cifra que siguió catapultándose año con año, al grado llegar a las 3 mil 540 víctimas en 2019.
En este 2020, incluso, al corte de junio se han registrado 2 mil 293, cifra que representa un incremento de más del 30 por ciento respecto al año anterior.
Etapa final
Desde el inicio de la guerra “El Marro” propició su notoriedad a través de mantas, videos, audios y mensajes abiertos para lanzar consignas contra el CJNG, grupo que ha hecho lo propio durante años, como se ha documentado en los diversos estados del país en los que tiene presencia.
La violencia junto con el millonario robo de combustible, motivaron que en 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara la creación de una estrategia conjunta contra el huachicol. De hecho, en marzo del año pasado las autoridades ingresaron por la fuerza al poblado de Santa Rosa de Lima.
Consiguieron decomisar diversas propiedades atribuidas a “El Marro”, entre ellas una residencia de lujo de más de mil metros cuadrados localizada en Villagrán, que contaba con jardines, albercas, caballerizas, y hasta su propia toma clandestina de combustible.
También se han capturado varios miembros de su círculo cercano, que “El Marro” ha respondido con violentas manifestaciones de poder, como el asesinato de funcionarios públicos y bloqueos carreteros.
A raíz de la embestida, que incluyó el congelamiento de las finanzas del grupo, el CSRL comenzó a incursionar en el secuestro, el sicariato y la extorsión.
“Ese cártel es una confederación de grupos, con una serie de alianzas con bandas delictivas de impacto municipal, que le permitió tener la presencia regional en el estado. La presencia en el estado de Querétaro y la alianza con los Viagras en el estado de Michoacán, además de células de los rojos del estado de Guerrero que apoyaron sus operaciones”.
En este 2020 causó controversia la detención y liberación de su madre, quien fue detenida bajo amenazas en un aparatoso operativo estatal y federal en la comunidad de San Isidro de Helguera en el municipio de Celaya. La mujer fue aprehendida junto con otras tres personas, en un proceso con diversas irregularidades que propiciaron su liberación.
Días después, fue liberado al padre de “El Marro”, luego de ser detenido por el delito de robo de autos meses antes. Fue considerado parte de la población vulnerable a Covid-19.
José Antonio Yépez Ortiz intensificó las represalias contra policías y en su arremetida contra el CJNG que también se hizo presente con sendos videos donde ostentaron su armamento.
El pasado 15 de julio el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, declaro que José Antonio Yépez ya se encontraba sumamente debilitado y sin el apoyo del que gozaba antes. Dos semanas después fue capturado en Apaseo el Alto, en un operativo realizado por el Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública.
Ahora, con su detención se enmarcan 11 años de carrera delictiva que ahora enfrentará ante los tribunales federales.