A las siete de la mañana del pasado 8 de junio Mata Mua, uno de los cuadros más famosos de Paul Gauguin, abandonaba el Museo Thyssen- Bornemisza de Madrid, después de haber estado allí durante casi dos décadas, camino del extranjero, pero sin destino conocido. Hasta esta tarde, cuando el Museo Carmen Thyssen Andorra ha anunciado que el próximo martes el cuadro, pintado en 1892 y tasado en más de 40 millones de euros, estará en sus instalaciones y que el director del centro, y sobrino de la baronesa, Guillermo Cervera, presentará la obra.
En la nota que ha enviado el centro no se dice cuanto tiempo estará expuesta y si estará sola o acompañada de otras pinturas de la colección particular de Carmen Thyssen. En todo caso, el destino final del Mata Mua y el resto de 426 obras está condicionado al resultado de la negociación entre ministerio y su propietaria (y vicepresidenta del Museo Thyssen de Madrid) prevista para el próximo 31 de septiembre y que podría acabar con el retorno de la obra al museo madrileño. Un acuerdo sobre el que se negocia desde 2011.
Desde que en marzo de 2017 Carmen Thyssen inauguró su tercer museo, en Andorra, (después de los de Málaga y Sant Feliu de Guixols) este centro situado en la calle más comercial del pequeño país ha acogido durante los meses de verano una selección de obras de la baronesa; sobre todo artistas impresionistas, modernistas, expresionistas, fauvistas e hiperrealistas. En la actualidad la muestra lleva por título Influencers en el arte. De Van Goyen al Pop Art. Pero nunca había trasladado al país de los Pirineos una obra de la talla del Mata Mua, convertido en la punta de lanza entre los acuerdos entre el Estado y Carmen Thyssen.
El 11 de junio EL PAÍS publicaba la noticia de que Carmen Thyssen había retirado estas cuatro obras de su colección desencadenándose un alud de críticas y reacciones, sobre todo cuando se supo que el anterior ministro de Cultura, José Guirao, dejó sobre la mesa un trato firmado en enero en el que las obras se quedaban y, a cambio, en la decimoquinta renovación del préstamo gratuito, la propietaria dispondría de El puente de Charing Cross, de Claude Monet; El “Martha Mckeen de Wellfleet, de Edward Hopper; y Caballos de carreras en un paisaje, de Degas. La salida del país de las obras fue posible gracias al permiso concedido a su dueña el pasado mes de marzo.
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