Un elefante de 170 kgs de chocolate y de 2 metros de alto convenció al jurado de que el español Lluc Crusellas es el Mejor Chocolatero del Mundo. El catalán, al que visitamos en su obrador en Vic (Barcelona), es un enamorado de la bici y compitió en ciclismo hasta los 17 años. Afirma que “los valores que me aportó este deporte de sacrificio, esfuerzo y constancia han sido fundamentales para conseguir este título”. Y añade que su próximo reto será “participar y finalizar la Titan Desert con el equipo KH-7. Una ilusión que tenía desde niño y que el próximo mes de mayo se hará realidad”.
Este es el elefante de 2 m. y de 170 kgs que presentó en el concurso para Mejor Chocolatero del Mundo
Hasta los 17 años competía con la selección catalana de ciclismo, pero después empezó a trabajar en Can Jubany, en el restaurante de Nandu Jubany y allí empezó todo. “Pensé que no me podía dedicar profesionalmente al ciclismo y surgió de forma natural. Fui a trabajar en Can Jubany, en la sección de postres. La amistad con Nandu Jubany continúa, fue de los primeros en felicitarme, y él será el autor del prólogo del libro de repostería con recetas que se pueden hacer en casa y que se publicará el próximo mes”, anuncia. “Pero la bici sigue siendo mi pasión”, asegura y afirma que “a partir de enero me voy a poner a entrenar en serio para poder hacer la Titan Desert de Marruecos en condiciones”.
Lluc Crusellas fue el primer español que consiguió el World Chocolate Masters
El joven pastelero, de 26 años, reconoce que el proyecto para participar en el World Chocolate Masters le ha quitado muchas horas de bici. Un proyecto en el que lleva trabajando “un año y con muchas jornadas de 5 de la madrugada a 9 de la noche”. El último mes montaron 9 elefantes porque tan solo tenían 3 horas para montar su obra en la final y había que probarlo. Lluc recuerda que para llegar a París, donde se disputaba el concurso, tuvo que conducir un camión con el material super delicado de un elefante desmontado. Tardó más de 15 horas en el trayecto para no romper ninguna de las partes del laborioso trabajo. Llegar a la capital francesa con el camión y dos furgonetas con su equipo, por si tenían que dormir en el camino, y montar con una grúa el enorme elefante fue otra odisea. “El elefante representa “la simpleza de lo grande”, que era el tema elegido, y quería que la obra tuviese un equilibrio entre naturaleza y tecnología porque el futuro del planeta tiene que ver con eso. Quise concienciar sobre el cambio climático poniendo la sequedad de la tierra en todos los trabajos que presenté”.
El próximo reto del pastelero catalán, participar en la Titan Desert
Lluc, que tiene la pastelería ‘El Carme’ en Vic, quiere ir ahora “a disfrutar de la Titan Desert, de una experiencia brutal, sin la presión de ganar”. Purito Rodríguez es su referente y “por proximidad y por lo que está aportando al ciclismo catalán Josep Jufré, que cuando terminó su carrera hizo una escuela de ciclismo en Osona. Ahora ha crecido gracias a él y ya son casi 100 niños en la escuela”.
Lluc Crusellas posa con los premios que le otorgaron en el World Chocolate Masters de París
Crusellas, el primer español en conseguir este título, asegura que el triunfo es el resultado “de la gran pastelería que se hace en este país”. No descarta sacar una versión pequeña del elefante que impactó en París para que los particulares puedan también degustarlo porque Lluc Crusellas asegura que el “chocolate y la pastelería tiene que ser placer absoluto”. El Mejor Chocolatero del Mundo quiere, sobre todo, disfrutar y compartir con todos la victoria más dulce del mundo.
La caravana en la que trasladó el elefante desmontado al concurso en Francia