En todas las historias de náufragos abandonados en islas desiertas estos fantasean con que un día un mensaje en una botella lanzado al mar llegue a manos de alguien que pueda acudir en su ayuda. Este sistema de comunicación puede parecer cosa de cuento, pero se ha demostrado que funciona. Al menos es lo que le ha sucedido a Carlos San Lucas y Cristian Carnero, dos gallegos miembros de la tripulación de la Armada Española. El pasado 8 de febrero de 2016, mientras estaban navegando por el Atlántico Norte a bordo de Buque de Acción Marítima Patiño, con base en Ferrol, rumbo a Halifax (Canadá) tuvieron una idea: ¿y si lanzamos al mar un mensaje en una botella a ver si llega a algún lugar?
«¡Hola! No sabemos cuánto tiempo habrá pasado desde que esta botella se tiró al agua y tú o vosotros la habéis cogido (…). Nos gustaría saber adónde ha llegado la botella», escribieron los gallegos tanto en inglés como en castellano. También adjuntaron varias vías para que los que encontraran el mensaje en la botella pudieran establecer contacto con ellos, así como una fotografía suya y del buque en el que navegaban.
Pasaron dos años y cuando los marineros prácticamente se habían olvidado de la botella, una pareja de Puerto Rico la encontró. Johvan Vázquez y Tracy Díaz estaban dando un paseo por la playa de Manatí cuando la vieron. Pensaron que se trataba de una botella más de las muchas que se arrojan al mar, pero antes de tirarla a la basura se dieron cuenta de que tenía un mensaje dentro, así que no dudaron en leerlo.
Sin salir de su asombro, decidieron ponerse en contacto con los responsables de lanzar la botella al mar. “¡Joder! Ni me acordaba ya. Sí que llegó lejos, la verdad”, escribía a través de internet uno de los dos gallegos, que ya saben hasta dónde ha llegado su mensaje en una botella y tienen dos nuevos amigos al otro lado del charco.
La historia, que el propio Johvan dio a conocer a través de su perfil de Facebook, se ha hecho viral y ya ha sido compartida alrededor de 18.000 veces en la citada red social.
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