Recomendadas para todos, pero especialmente para los niños en crecimiento, las judías verdes pueden ser una buena solución para una comida nutritiva y saludable. Sin embargo, si se cocinan solas, existe el riesgo de que no gusten mucho porque es difícil obtener un resultado satisfactorio. En este caso puedes encontrarte con judías verdes ligeramente insípidas que no invitan a comer. Sin embargo son pequeñas y finas, así que no tardan mucho en cocinarse y tenemos varias formas de prepararlas. Puedes cocinarlas al vapor o ponerlas en la sartén o también asarlas, pero las hagas como las hagas si quieres que queden realmente buenas es mejor congelar las judías verdes antes de cocinarlas.
Congelar las judías verdes antes de cocinarlas
Si nunca has intentado congelar las judías verdes antes de cocinarlas, deberías experimentar con esta técnica. El chef y escritor gastronómico J. Kenji López-Alt asegura el éxito de usar este sencillo truco, según cuenta a Serious Eats, si lo que buscas es que sean crujientes al comerlas. De hecho para el chef, en lo que respecta a las judías verdes, la forma en que las cocinas es básicamente el paso más importante.
En concreto, cuando cocinas judías verdes (pero también otras verduras) y las hierves y luego las pasas por agua fría notas de inmediato que su textura se torna más crujiente. Algo que puede aumentar en el caso de que congeles las judías verdes antes de hervirlas o de pasarlas por la sartén.
En el caso de la mencionada inmersión rápida en agua helada esencialmente lo que hacemos es interrumpir el proceso de cocción, lo que nos permite mantener una textura crujiente perfecta y evitar convertir las judías verdes en papilla. Sin embargo, la técnica de J. Kenji López-Alt permite nivelar las judías verdes introduciendo hielo al principio del proceso.
Lo mejor es comenzar congelando las judías verdes. Esto las transforma de manera similar al escaldado, rompiendo las células dentro de las judías verdes para ayudar a obtener esa textura perfecta. El secreto de esta técnica radica en la inversión del proceso típico. En lugar de cocinar y luego enfriar rápidamente las judías en agua helada, se recomienda congelarlas, dejarlas descongelar y luego saltearlas en una sartén. Según López-Alt, esta simple modificación del proceso de cocción dará un resultado final increíble. Las judías verdes estarán crujientes en lugar de incómodamente empapadas. Un truco que merece la pena probar pero que es además una técnica que funciona bien para cualquier verdura que tenga una estructura larga y estrecha similar; así que el chef nos recomienda probarla también con espárragos o guisantes.
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