No es la primera ni la segunda, ni tampoco la tercera vez, que Irene Rosales (31) se convierte en noticia por motivos de salud en los últimos tiempos o, más específicamente, por una inminente y sorprendente a partes iguales, entrada a quirófano. Si bien hace escasos meses lo hacía por una serie de complicaciones que la obligaron a cambiar las prótesis tras una operación de aumento de pecho; ahora lo ha sido de nuevo por una intervención para eliminar algunos lunares de su cuerpo.
Ha sido hace escasos minutos cuando la mujer de Kiko Rivera (39) sorprendía a sus más de seiscientos mil seguidores en Instagram anunciando la noticia, con una imagen de ella misma desde el hospital, y con el atuendo propio de una entrada a quirófano. «Hola, me voy a quitar unos lunares y parece que voy a tener otra cesárea», ha dicho.
Esta es una práctica muy habitual entre las celebridades de nuestro país y quienes no lo son y, normalmente, se realiza tras un diagnóstico dermatológico para evitar problemas en el futuro. Pues los lunares o verrugas pueden presentarse, según los expertos, como lesiones sobrevaloradas en la piel tanto benignas como malignas.
Se trata de una intervención de no más de treinta minutos que requiere de sedación local en el paciente y cuyo proceso de recuperación es muy rápido. «Si lo que buscas es eliminar este problema de una manera definitiva y conseguir recuperar la piel, sin duda, este tratamiento es el más acertado dentro del sector de la medicina estética. Tras la intervención la piel del paciente recupera su belleza y armonía sin presentar ningún tipo de cicatriz», explican desde la Clínica Diego de León, en Madrid.
Irene Rosales recuerda a su padre, fallecido en 2020
Horas antes de que Irene Rosales se sometiera a la intervención quirúrgica antes mencionada, la influencer recordaba a su padre, fallecido en noviembre de 2020, también a través de sus redes sociales. «Papi cuánto daría por verte disfrutar con tu Sevilla FC. Te echo tanto de menos», ha escrito junto a una imagen del consuegro de Isabel Pantoja (66) portando una chaqueta y bufanda del equipo rojiblanco que, en los últimos días, se ha proclamado finalista de la Europa League.
Manuel Rosales falleció el 26 de noviembre de 2020, en plena pandemia del coronavirus, tras más de una década luchando contra un tumor cerebral. Entonces, Irene Rosales ya había comentado en varias ocasiones que estaba «muy malito». Su muerte llegó nueve meses después del fallecimiento de su madre, Mayte Vázquez a los 54 años de edad, tras luchar varios meses contra una grave enfermedad.
Tras desaparecer de Telecinco, mucho antes de que el nombre de Kiko Rivera fuera vetado en los programas del grupo de comunicación, Irene Rosales está centrada en su faceta como influencer y en el cuidado de sus hijas en común con el Dj, Ana y Carlota, de siete y cuatro años respectivamente.
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