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el movimiento secreto en España que pone en jaque un documental fantasma

El caso de Mario Biondo ha llenado páginas de medios de comunicación y tertulias de toda índole desde que hace, hace casi diez años, fuera hallado sin vida el cuerpo del cámara de Telecinco en su domicilio de Madrid. Desde entonces, son muchos los avances de una historia que parece no tener fin y en la que es sumamente fácil perderse por el camino. Sepan ustedes que teorías hay muchas, pero verdades pocas. Y que una de las segundas la falló la justicia de Palermo cuando en primavera de 2022 reveló que Biondo fue asesinado, llevando la contraria a su homónima española, que había sobreseído el caso a los pocos meses del fallecimiento esclareciendo que el camarógrafo se había suicidado. La lucha incansable de la familia del operador audiovisual parecía dar por fin su fruto, un sufrimiento eterno, tres autopsias, dos exhumaciones y un sinfín de informes judiciales después.

El tuit que anticipa un desenlace muy esperado

Sirva como punto de partida de esta narración el tuit que el pasado 15 mayo, el criminólogo y perito judicial colegiado en el caso Biondo, Óscar Tarruella escribiese en su cuenta. En él apuntaba directamente a los asesinos de Mario Biondo.

Para él no hay ninguna duda al respecto y así nos lo transmite: «Fue asesinado». Pero es conveniente ir más allá: ¿Qué ha pasado para que el caso vuelva a tener actualidad a pocos días de que se cumpla el décimo aniversario de la muerte? Look ha hablado en exclusiva con él para responder a esta y otras muchas preguntas.

Una docuserie sobre Biondo con mucha polémica

He ahí la primera respuesta a por qué el caso ha adquirido de nuevo interés. Netflix se encuentra produciendo en estos momentos una docuserie sobre todo lo que rodeó a la extraña muerte de Mario Biondo, con datos judiciales y testimonios inéditos. Entre ellos iba a estar el de Óscar Tarruella. Pero hay que hablar en pasado porque las cosas no son siempre como uno imagina ni tampoco transcurren por los cauces de lo previsto.

El perito fue contactado en 2022 por un alto directivo de Netflix que le ofreció participar en el formato. «Dije que sí porque es EL CASO ya que tiene todos los ingredientes que puedan interesar a un telespectador», cuenta a este digital. Esta persona buscó en Óscar asesoramiento para contratar a una productora «objetiva, con calidad, con trazo de investigación y yo le aconsejé hacerlo con Goroka, especialista en crímenes y con buena factura de imagen». Él mismo contacta con el director y el presentador para trasladarle la idea, que les parece formidable. Sin embargo, las noticias por parte de la plataforma de streaming brillan por ausencia. ¿Qué había pasado?

Tarruella nos cuenta de manera cronológica cómo avanzó todo: «En enero de 2023 me llaman varias chicas de producción de Netflix para preguntarme si podían contar conmigo porque ya habían grabado a otras partes implicadas. Yo consulté a la familia Biondo y me reconocieron que, aunque habían firmado un contrato de confidencialidad, sí que habían grabado ya».

Padres de Mario Biondo / Gtres

Sin embargo, el que iba a ser entrevistado empieza a cultivar sus primeras sospechas al conocer de mano de Netflix que no hay ninguna productora detrás de la docuserie, algo nada usual en televisión: «Conozco el mundo y siempre hay alguna productora que graba y cierra los contratos. Empiezo a sospechar pero no me lo quieren decir, pero yo no doy puntada sin hilo. Desconocía quién estaba detrás hasta que el 20 de enero viajo de Barcelona a Madrid para grabar, pero me sonaba raro», continúa.

En ese momento se da cuenta de que no es que no haya producción, sino que son varias productoras las que están contratadas y todas con un denominador común con nombre y apellidos: «El autodenominado exmanager de Raquel Sánchez Silva». En otras palabras, el productor ejecutivo, Guillermo Gómez, persona de máxima confianza de la que fuera mujer de Mario Biondo.

Esta omisión de información no fue la única que se vivió durante las jornadas de grabación. Como cualquier invitado a una filmación que se preste, el perito judicial tuvo que firmar una hoja de cesión de derechos en la que no aparecía el nombre de la producción: «Solamente ponía ‘Caso B’. Después, en la entrevista escucho preguntas capciosas e ilógicas, como ‘¿entonces se equivocaron todas las partes en España? ¿No se hizo una instrucción? ¿Se equivocó la Policía, la jueza, el forense…?», relata.

Fiel a defender sus valores y trabajo hasta las últimas consecuencias, Óscar Tarruella les responde firmemente: «Estáis mintiendo. Jamás se entregó el atestado de la Policía Judicial ni la inspección ocular de la Policía Nacional de España. No podéis afirmar algo que a día de hoy no se sabe (…) tanto el atestado como la inspección fue obviada o no entregada al tribunal de Palermo, entonces tengo que poner mi confianza en el trabajo de la policía española hasta que no se demuestre lo contrario».

La conversación que lo cambia todo

Durante la entrevista de Óscar para el Caso Biondo, el criminólogo desvela en exclusiva a Look una anécdota desconocida hasta ahora: «La directora me llamó y me dijo delante del set ‘Eres un gran contador de cuentos’. Y yo le dije ‘No, se equivoca, yo soy un profesional de mi materia. Quizá ustedes se dedican a contar cuentos».

En ese punto ya no había marcha atrás y Óscar Tarruella decidió que su voz e imagen no aparecieran en la docuserie. Para ello, mandó un burofax a Netflix con el fin de declinar su participación. Una iniciativa a la que se sumaron otros periodistas italianos y un compañero de profesión del malogrado Mario Biondo.

La misma directora le pide permiso para preguntarle por su opinión sobre la mano negra aplicada al Caso Biondo. Habla Tarruella: «La entrevistadora me pregunta ‘Óscar, ¿para ti qué es una mano negra?’ y yo le dije que la falta de transparencia, que es evidente en este caso». Esta es una de las intrahistorias de este documental teñido de controversia que vive sus momentos más delicados, con la duda de saber si continúa adelante tras la renuncia de varias de las partes implicadas.

Otro aspecto llamativo vivido a raíz de su participación en este proyecto es que la persona que entrevistó a Óscar fue enviada a Supervivientes poco tiempo después. Efectivamente, el mismo escenario en el que en 2011 se conocieron Raquel Sánchez Silva y Mario Biondo. Casualidad o causalidad, llámenlo como quieran.

Las diligencias que darían carpetazo al Caso Biondo

Ha pasado una década desde que Mario Biondo fuera encontrado sin vida en su casa. Diez años con múltiples giros de guion de una historia llena de interrogantes, tintes macabros y muchísimo dolor. La Justicia española concluyó la causa pocos meses después del suceso. Fue el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid el que ordenó el sobreseimiento libre y archivo de la misma en septiembre de 2013: «El hecho denunciado no reviste caracteres de infracción criminal», esgrimieron.

Manifestaciones por la muerte del cámara. / Gtres

Desde ese mismo momento, la familia del cámara asesinado (tal y como indica la Fiscalía de Palermo) comenzó una lucha sin cuartel por demostrar la verdad. Entre las personas involucradas se encontraba el propio Óscar Tarruella, que siempre ha tenido clara su postura: «No se trata de apelar teorías conspiranoicas, sino que cualquier muerte que no sea certificada natural, sea investigada tal y como establecen las leyes. ¿Alguien se haría alguna pregunta si este caso no estuviera rodeado de barbaridades, falsos testimonios y demás? «, reflexiona en Look.

La pregunta está encima de la mesa: ¿Cuándo se va a terminar el Caso Biondo? Bien, hoy la respuesta está más cerca tras la documentación recogida recientemente por un juzgado español gracias a la que se podría imputar a dos nuevas personas.

Cabe recordar que una causa sobreseída no puede ser reabierta a no ser que haya presuntos delitos de por medio, pero este avance es un paso de gigante de cara al desenlace definitivo del caso: «Los últimos escritos se entregaron en un juzgado de instrucción español en marzo, por lo que a partir de ahora es casi imposible que no se abran unas diligencias previas, para que se admita a trámite y se escuche declarar a todas las partes. Si no se produce entenderé que el sistema no funciona», nos dice el experto en el caso.

Raquel Sánchez Silva y Mario Biondo en un fotomontaje de Look / Gtres

Todo parece encaminarse hacia un final necesario para todas las partes implicadas. Son diez años de puro sufrimiento y de pocas certezas frente a un laberinto de interrogantes. Ahora, la verdad está más cerca y Óscar Tarruella es una de las personas que no va a parar hasta que esta pesadilla termine. Al fin y al cabo, son los valores que ha heredado y solo responde por un fin concreto pese a quienes le acusan de estar de un único lado: «No me posiciono con la familia, sí que empatizo, pero yo me posiciono del lado de la justicia: Mario Biondo fue asesinado». 




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