Los seguidores del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, invaden las instalaciones del Congreso del país, este domingo en Brasilia.ADRIANO MACHADO (REUTERS)
Como un ataque que, de imitarse, pondría en peligro la democracia de toda América Latina, así han calificado varios presidentes el asalto de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro al Congreso de Brasil. Los mandatarios de España, Francia, Colombia, Argentina, Chile y México, entre otros repudiaron rápidamente el asalto como un ataque a las instituciones democráticas.
Estados Unidos, al que este asalto recuerda el de los partidarios de Donald Trump al Capitolio el 6 de enero de 2021, se sumó a las condenas internacionales de lo ocurrido la tarde del sábado en Brasilia. “EE UU condena cualquier intento de socavar la democracia en Brasil. El presidente Biden está siguiendo de cerca la situación y nuestro apoyo a las instituciones democráticas de Brasil es inquebrantable. La democracia de Brasil no se verá sacudida por la violencia”, dijo el consejero de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Jake Sullivan, a través de su cuenta de Twitter. El presidente Biden se encuentra precisamente en El Paso (Texas), visitando la frontera con México, de camino a la cumbre de líderes norteamericanos que se celebra a partir de mañana en México.
También, a través de su secretario de Estado, Antony Blinken, el país norteamericano reforzó el repudio a los hechos y le dio su apoyo al presidente brasileño. “Condenamos los ataques a la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema de Brasil hoy. Usar la violencia para atacar las instituciones democráticas es siempre inaceptable”, aseguró.
Una oferta de apoyo incondicional también llegó para Lula desde Francia. “¡La voluntad del pueblo brasileño y las instituciones democráticas deben ser respetadas! El Presidente Lula puede contar con el apoyo incondicional de Francia”, escribió el mandatario francés, Emmanuel Macron, quien difundió su mensaje en francés y portugués.
La condena internacional se encendió rápidamente una vez se conocieron las imágenes de miles de personas entrando violentamente al Congreso en Brasilia. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, envió su apoyo al brasileño, Lula da Silva. “Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática”, ha escrito en su cuenta oficial de Twitter.
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, cercano a las políticas de Lula da Silva, fue uno de los primeros en reaccionar a través de la red social Twitter. “El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia”, ha escrito el mandatario. En el mismo mensaje, Petro instó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a convocar una reunión urgente.
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En una línea similar, el presidente argentino, Alberto Fernández, dijo que están junto al pueblo brasileño para “defender la democracia” y a respetar el veredicto popular. “Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional”, escribió Fernández.
También el presidente chileno, manifestó su apoyo al recién electo Lula da Silva. “Impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de bolsonaristas”, dijo Gabriel Boric, quien calificó el asalto como un ataque “cobarde y vil” a la democracia. Mientras el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, señaló a la “cúpula del poder oligárquico, sus voceros y fanáticos”, como los “azuzadores del intento golpista de los conservadores de Brasil”. “Lula no está solo, cuenta con el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo”, remató el presidente de México.
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