“Resulta obvio que ha aprovechado una excusa peregrina para propiciar un deseo largamente perseguido: prohibir los toros en Gijón. Un mínimo de curiosidad intelectual o del debido asesoramiento antes de opinar de manera tan frívola le habría ahorrado el ridículo de hablar sin conocimiento, y no habría quedado tan a las claras su motivación real y su totalitarismo ideológico”.
Así comienza la extensa carta que Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia (FTL), ha dirigido a la alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González, después de que esta decidiera ayer no renovar la concesión del coso a causa de la polémica surgida con los nombres de Feminista y Nigeriano, dos de las reses lidiadas el pasado 15 de agosto en la plaza de la ciudad. A la iniciativa de la FTL se han unido toreros, ganaderos, empresarios y el propio gerente de la plaza gijonesa para expresar su indignación y protesta ante la decisión de la regidora socialista.
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“Usted lo que quería era prohibir los toros, sin más; porque no le gustan”, continúa la misiva de Victorino Martín. “Quiere prohibir los toros porque ‘cada vez hay más voces contrarias en la ciudad’. Los totalitarios del mundo y de la historia”, prosigue, “siempre se escudan en el manto protector de una supuesta voluntad popular que les ilumina y legitima para cualquier cosa”.
El presidente de la Fundación llega a comparar la decisión de la alcaldesa con la destrucción de los budas de Bamiyán por los talibanes “porque según ellos ambas manifestaciones de la cultura son inmorales”. “Las expresiones culturales no se pueden prohibir, son exquisitos bienes de toda la humanidad que es preciso proteger, tal y como recogen los tratados internacionales, nuestra Constitución y nuestras leyes”, añade la carta.
Esgrime, finalmente, razones jurídicas “que impiden esta prohibición, como han puesto de manifiesto reiteradamente nuestro Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo y otros muchos órganos jurisdiccionales”.
El Juli pide a la regidora que rectifique “por la gente a la que damos la vida por esta preciosa afición que forma parte de nuestra cultura, de nuestro país y de nuestra historia”
Victorino Martín alude al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que anuló la decisión del Ayuntamiento de Villena de no ceder la plaza de toros para la celebración de un espectáculo taurino por su oposición a la tauromaquia, “considerándola arbitraria y carente de motivación legalmente admisible al ser una obligación municipal la protección y defensa de la tauromaquia”.
“En definitiva, una corporación municipal no puede, basándose en un argumento tan tosco y peregrino como el nombre de dos toros de lidia, pero tampoco en ninguna otra razón, adoptar medidas tendentes a impedir la celebración de festejos taurinos en su municipio”, concluye el presidente de la Fundación Toro de Lidia.
Calos Zúñiga, gerente de Circuitos Taurinos, la empresa que ha organizado en los últimos años la feria taurina de Gijón, ha señalado que “la prórroga de los contratos administrativos es discrecional, pero esta decisión no debe estar fundamentada en un capricho. Denegar una prórroga cuando ni siquiera ha sido solicitada, por el mero hecho de no ser de su agrado, debido a Feminista y Nigeriano, es totalmente arbitrario y, por tanto, contrario a nuestra Constitución, sobre todo si tenemos en cuenta que dicha nomenclatura viene certificada por un organismo totalmente legal”.
Por su parte, la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), asociación que agrupa a los más importantes ganaderos de España, ha aclarado en una nota que, “por exigencia de la normativa para la inscripción de nacimientos de reses de lidia en el Libro Genealógico (dependiente de Ministerio de Agricultura) y con objeto de conservar la trazabilidad de la genealogía, los machos de lidia adquieren directamente el nombre de la madre”.
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Desde ANOET, la organización que integra a los empresarios taurinos, consideran que esta decisión, “además de demostrar un desconocimiento profundo de la tauromaquia por parte de la alcaldesa, atenta contra los derechos de un sector que, además de tener miles de seguidores en la zona, supone un importante activo económico en esa ciudad asturiana y en todo el país, y que está reconocido legalmente como parte de nuestro patrimonio cultural por la Ley 18/2013 de 12 de noviembre”.
El matador de toros Julián López El Juli, que toreó en Gijón en la tarde de la polémica, ha pedido a través de las redes sociales a la alcaldesa que rectifique “por la gente a la que damos la vida por esta preciosa afición que forma parte de nuestra cultura, de nuestro país y de nuestra historia”.
En parecidos términos se ha expresado José María Manzanares, quien señala en un comunicado: “Ana González deja en evidencia su arbitrariedad con una clara intención censora y prohibitiva, impropias en un Estado de democracia, por cuestión de gustos personales e ideológicos, algo que es completamente intolerable por parte de una representante política”.
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