Un estudio del University College London publicado en ‘PLOS Climate’ ha llegado a una alarmante conclusión: el aumento de las temperaturas a nivel global afectará a los patrones de migración humana. En la última década, las olas de calor han sido cada vez más frecuentes y extremas. Sin ir más lejos, el 2022 fue el quinto año más cálido registrado según un análisis de la NASA.
Bill Nelson, administrador de la NASA, explicó que «nuestro clima cada vez más cálido ya está dejando huella: los incendios forestales se están intensificando; los huracanes son cada vez más fuertes, las sequías están causando estragos y el nivel del mar está aumentando».
¿Cómo influirá el calor en las migraciones humanas?
Para esclarecer la relación entre el aumento de las temperaturas y las migraciones, un equipo de investigación liderado por Rita Isso ha revisado documentos e informes científicos. La gran mayoría de estudios evaluados por los expertos reflejan los efectos negativos que sufren los migrantes en la salud, como estrés térmico.
La investigación también señala que las personas sufren más las consecuencias del calor cuando viven en zonas con infraestructuras deficientes. Las conclusiones del nuevo estudio señalan que el calor casi con total probabilidad influye en los patrones de migración humana.
Los científicos aclaran que no se han realizado análisis que determinen cuál es el «umbral de temperatura» a partir del cual las personas puedan migrar de manera segura. En su lugar, proponen desarrollar nuevos modelos que permitan realizar comparaciones de los factores ambientales y los efectos del calor.
“La migración es una respuesta adaptativa válida al calor extremo. Parte de la razón por la que no hay una temperatura determinada a la que la gente emigrará es instituir medidas adaptativas que limiten las consecuencias del calor extremo, como vemos en lugares como la UEA, donde el aire acondicionado se utiliza ampliamente. Sin embargo, a menudo los más pobres y marginados siguen siendo vulnerables a las temperaturas extremas, incluidos los migrantes”, explican, según recoge la revista ‘Semana’.
Y añaden que es necesario establecer una «política decisiva para limitar el calentamiento global en sentido ascendente, mediante la reducción de las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero».
Por último, cabe señalar que una investigación de la Universidad de Washington y la Universidad de Harvard señala que el estrés térmico «extremadamente peligroso» será más habitual en 2100. Par entonce la exposición a niveles peligroso por índice de calor crecerá entre un 50% y un 100% en muchas regiones del mundo.
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