El balance de las cuentas de 2019 del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza se cerró con un resultado positivo de 1,8 millones de euros, gracias a la ampliación de la subvención del Ministerio de Cultura, que aportó 8,7 millones (un 55,6% más que 2018). Tal y como aparece publicado en el Boletín Oficial del Estado, el museo logró un crecimiento de 400.000 euros en la recaudación de taquilla y tienda (hasta los 9,9 millones). El 56% de los visitantes acudieron en el horario gratuito que la institución pública habilita los lunes de 12.00 a 16.00. Así, solo un 21% pagó la entrada íntegra. También duplicó los ingresos de patrocinadores (603.000 euros), el año antes de la crisis de la covid-19.
Fuentes del museo advierten, sin embargo, de que el cierre temporal sucedido entre marzo y junio de 2020 a causa de la pandemia sanitaria, va a afectar tanto a los ingresos por ventas de entradas como de productos de la tienda, pero también a los patrocinios. “A fecha de formulación de las cuentas anuales, no es posible estimar la duración de esta situación ni el impacto financiero que esta crisis va a causar en los ingresos y en los gastos de la Fundación Thyssen-Bornemisza”, explica la institución sobre el año 2020. También aclara que, a pesar de la gravedad, la obligación del Estado de cubrir el déficit anual de la fundación garantiza el cumplimiento de sus fines. Por eso es el único museo público que crece en ayudas (2,5 millones de euros más), en los Presupuestos Generales del Estado anunciados el miércoles.
En la auditoría de 2019 se incluyen los salarios del director Artístico, Guillermo Solana, y del director gerente, Evelio Acevedo, que suman 191.955 euros anuales. También destaca la cantidad anual estimada que debería recibir Carmen Cervera por la cesión de su colección: 8,4 millones. El museo aclara que este concepto “es a título gratuito y que no existen pagos de ningún tipo a la entidad prestadora, ni cobros para el museo”. “Su valoración se determina en función de la garantía del Estado otorgada a dicho préstamo”, señalan, sin aclarar quién determina esa cantidad, que coincide con la reclamada al Ministerio de Cultura por la dueña en las negociaciones del alquiler de su colección. La valoración de 2019 no contempla la salida de Mata Mua, de Gauguin. De momento, el apunte de los 8,4 millones es “meramente informativo”, indica el director de Administración y Finanzas del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Ciriaco García, que valora los números logrados en 2019.
La institución logró ahorrar un 9,7% en el capítulo de sus gastos y pasó de los 19,2 millones a los 17,5. Este recorte se debe, en gran medida, a la sobresaliente reducción de los emolumentos de los abogados que se encargan de su defensa en el litigio del pissarro, que en 2019 cobraron 186.000 euros por sus labores, muy por debajo de los 1,5 millones de euros que facturaron en 2018. El museo prevé que este pleito —que se prolonga desde hace dos décadas contra la familia Cassirer por la propiedad del cuadro Rue Saint-Honore, après midi— se cierre a finales de año. “El riesgo de que la sentencia sea desfavorable es remoto”, considera el museo.
El mayor ahorro de todos es el ocasionado por la anulación de una exposición temporal prevista dedicada al fotógrafo Irving Penn (1917-2009), cerca de tres millones de euros menos entre los gastos de las primas de seguros, la publicidad y el transporte, que no se invirtieron.
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