No es ningún secreto que para presumir de pelazo hay que tener en cuenta unos cuidados básicos. A no ser que la madre naturaleza te haya premiado con una de esas melenas de anuncio, lo cierto es que siempre es importante cuidar el cabello con productos y tratamientos adecuados. A pesar de que lo mejor es dejar que se seque al aire y no abusar de las herramientas de calor, la realidad es que hay ocasiones en las que resulta imposible olvidarse de ellas, ya que son imprescindibles para un acabado perfecto.
Después de que hace unos años las planchas hicieran furor, ahora llega un nuevo instrumento que, si bien no las sustituye, será el complemento perfecto para ayudarnos a lucir una melena de cine. Se trata de los cepillos alisadores. Aunque ya existían desde hace tiempo, su popularidad ha aumentado últimamente, ya que es una de las herramientas más sencillas de utilizar y además sus resultados son estupendos.
Existen cepillos alisadores de muchos tipos, pero es importante elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades. Por este motivo, lo fundamental es invertir en un buen producto que tenga la mejor relación calidad / precio y que nos resulte cómodo y fácil de utilizar. De nada sirve comprar el cepillo más caro del mercado si nos resulta difícil su funcionamiento, como tampoco hay que hacerse con uno que nos pueda estropear el cabello. A este respecto, hay que fijarse en varias cuestiones, ya que, al igual que ocurre con las planchas de pelo, los cepillos alisadores aplican una cantidad de calor muy grande al cabello, por lo que es fundamental que estén homologados y hayan pasado todas las pruebas de calidad recomendadas.
A diferencia de la plancha o del secador clásico, el cepillo alisador es especialmente rápido. Por este motivo, son muchas las mujeres que lo prefieren, sobre todo aquellas que no tienen mucho tiempo para arreglarse o que sencillamente quieren una solución rápida y eficaz.
Los cepillos alisadores son aptos para cualquier tipo de cabello, pero dependiendo del que utilicemos, el acabado puede ser uno u otro. Hay cepillos que son perfectos para dar un poco de volumen, mientras que otros están enfocados en el alisado total, siempre con aire natural.
Si dudas entre una plancha o un cepillo alisador, son herramientas complementarias, pero diferentes. La plancha genera un resultado de alisado extremo, mientras que el cepillo crea un efecto de ‘brushing’, con movimiento y más natural. Lo que es fundamental es que elijamos el que mejor se adapte a nuestras necesidades, que nos resulte cómodo y fácil de manejar.
En estos momentos, en el mercado hay diversos tipos de cepillos. Los hay planos, redondos , en materiales cerámicos o de nylon. Por ejemplo, los cerámicos ayudan a sellar la cutícula capilar y dan un efecto más brillante, mientras que el de nylon evita la electricidad estática. Es importante el tema de la temperatura, ya que hay marcas que mantienen una temperatura fija y otras que permiten adaptarla a cada cabello.
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