Las autoridades dijeron que el incendio se desató en el edificio este del hospital, que trata principalmente a pacientes en estado crítico. Los residentes cercanos compartieron fotos y videos en las plataformas de redes sociales chinas, como Weibo, que mostraban cómo el fuego envolvió el hospital, dificultando la evacuación de los pacientes que estaban en los pisos superiores.
La edad promedio de los pacientes del hospital que murieron en el incendio fue de 71 años.
Al igual que otras instalaciones médicas en China, el Hospital Changfeng de Beijing sufrió mucho durante la pandemia como resultado de las políticas restrictivas de “cero covid” del país, que limitaron la cantidad de pacientes que podía albergar. Construido en 1993 con unas 150 camas, el hospital estuvo cerrado temporalmente en ocasiones durante los últimos años, según la revista china de noticias Caixin.
El hospital de Beijing es la instalación insignia de un grupo de atención médica con sucursales en toda China. La empresa matriz que cotiza en bolsa, también llamada Beijing Changfeng Hospital, incurrió en pérdidas significativas durante la pandemia. Perdió un total combinado de 66 millones de yuanes, o alrededor de $ 9,5 millones, en 2020 y 2021, y $ 4,6 millones adicionales en la primera mitad de 2022.
Las 29 muertes colocan este incendio justo por debajo del umbral reservado para los incendios considerados los más graves: matar a más de 30 personas o causar daños por 100 millones de yuanes, o $ 13 millones. Las investigaciones de tales incendios deben ser dirigidas por el Consejo de Estado o el gabinete de China.
El último desastre que recibió esa designación fue el incendio de una fábrica en Anyang, una ciudad en la provincia de Henan, que mató a 38 personas en noviembre, pero tales incendios han sido cada vez más raros, una señal del progreso del país en la implementación de regulaciones más estrictas contra incendios.
Después del incendio del martes en Beijing, funcionarios de seguridad pública de toda China realizaron inspecciones improvisadas de hospitales y centros de cuidado de ancianos hasta altas horas de la noche para asegurarse de que las rutas de evacuación no estuvieran obstruidas, según informes de los medios locales.
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