José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena, y otros miembros de la cúpula de la Iglesia murciana se vacunaron de la covid el 19 de enero en la residencia de ancianos Hogar de Betania. Al no pertenecer a ningún grupo al que le correspondiese según el protocolo de vacunación, se les incluyó como capellanes del centro en el listado enviado a la Consejería de Salud, según publica este miércoles el diario La Opinión de Murcia. Junto a Lorca Planes, que ha renunciado a recibir la segunda dosis tras la polémica, recibieron el pinchazo su secretario personal, Maximiliano Caballero; el obispo auxiliar, Sebastián Chico; el antiguo arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, y el canónigo de la catedral de Murcia, Tomás Cascales.
En días previos a la vacunación, el obispo “rellenó el consentimiento necesario para que la Consejería de Salud autorizase su vacunación”, según explicó la Diócesis de Cartagena en un comunicado emitido el lunes. Desde la Consejería de Salud, aclaran que cada residencia o centro sociosanitario introduce en un programa informático un listado con los profesionales y residentes para su vacunación, y que no es el Servicio Murciano de Salud el que los cita, sino las residencias, que administran el fármaco en sus propios centros.
Cuando el obispo firmó el consentimiento para su vacunación el 2 de enero, no figuraba como trabajador en la residencia Hogar de Betania, en Murcia, que depende de la diócesis. Sin embargo, en el listado enviado a Salud, Lorca Planes aparece como capellán de la residencia, según La Opinión de Murcia. También los otros eclesiásticos vacunados irregularmente figuran como trabajadores del centro. Los capellanes de hospitales y residencias sí están incluidos como personal de primera línea en el protocolo de vacunación.
Desde la diócesis mantienen que monseñor Lorca Planes “en ningún momento creyó estar actuando mal” y “jamás contempló la posibilidad de que pudieran faltar vacunas”. Y remiten al comunicado que publicaron el lunes, sosteniendo que el obispo se vacunó en calidad de presidente del patronato de la residencia, a la que “acude con asiduidad”, la última vez “el pasado 30 de enero para celebrar la Eucaristía junto a los residentes”.
El portavoz del Comité de Seguimiento de la covid-19 en la Región de Murcia, Jaime Pérez, anunció que la consejería investigará la vacunación del obispo y del resto de eclesiásticos, y recalcó que desde Salud no se hacen responsables de la actuación de la residencia.
El PSOE de la Región de Murcia entregaba este martes a la Fiscalía Superior una carta anónima de una trabajadora de Hogar de Betania, en la que denunciaba cómo Lorca Planes y varios sacerdotes llegaron a la residencia en varios coches para recibir la vacuna sin corresponderles.
Se trata del segundo caso de violación del protocolo de vacunación en la Región de Murcia, tras la dimisión del exconsejero de Sanidad, Manuel Villegas, el 20 de enero por haber recibido la vacuna junto con cientos de profesionales de la consejería. Otros tres obispos, los de Mallorca, Alicante y Tenerife, también se han vacunado irregularmente, al darse de alta como residentes en casas para sacerdotes retirados en las que no vivían realmente.
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