El papa Francisco retiró este jueves el estatus de clérigo al exobispo de la diócesis belga de Brujas Roger Vangheluwe, que reconoció haber abusado sexualmente al menos de un sobrino suyo cuando era menor, aunque arrastra denuncias por parte de otra sobrina y de antiguos miembros de un centro de acogida.
Al ser informado este miércoles de su despido, Vangheluwe pidió poder residir en un lugar de retiro, “sin ningún contacto con el mundo exterior” para “dedicarse a la oración y a la penitencia”, informó la Nunciatura Apostólica en un comunicado.
Varios medios de comunicación belgas apuntaron que el exobispo de Brujas, de 87 años, seguirá viviendo en la abadía francesa en la que está actualmente recluido, tras haber alcanzado un acuerdo con las autoridades eclesiásticas.
Sin embargo, con la pérdida de su estatus de clérigo y con la retirada de su hábito, Vangheluwe ahora es, a efectos prácticos, libre de moverse y establecerse donde quiera.
En 2010, el papa Benedicto XVI le destituyó de su cargo de obispo tras admitir que abusó sexualmente de su sobrino, menor de edad por aquel entonces.
Después se sumaron más acusaciones por parte de otra sobrina suya y de antiguos miembros de un hogar de acogida con los que, según los denunciantes, mantuvo encuentros sexuales a mediados de los años ochenta cuando ellos eran niños.
En 2011, el Vaticano le obligó a retirarse a Francia y le impuso un tratamiento espiritual y psicológico, tras conocerse que no podía ser procesado por la justicia ordinaria porque los hechos habían prescrito.
Durante un registro realizado en 2012, se encontraron imágenes pornográficas en su ordenador, lo que llevó al papa a volver a examinar su caso.
Todo ello ha desembocado en la decisión anunciada este jueves de retirarle el estatus de clérigo, que el papa Francisco tomó el pasado 11 de marzo, según explicó la Nunciatura Apostólica.
“El Santo Padre reitera su cercanía a las víctimas de abusos y su compromiso para erradicar esta lacra de la Iglesia”, añadió el ente eclesiástico en su comunicado, recogido por la prensa belga.
El caso de Vangheluwe desató en Bélgica, después de que él admitiese haber abusado de su sobrino, una investigación policial y judicial sobre la violencia sexual dentro de la Iglesia, llamada ‘Operación Cáliz’, que incluyó en 2012 registros en varias sedes de obispados y arzobispados del país para recebar información.
En octubre de 2023, el Parlamento belga creó una comisión de investigación sobre los presuntos abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia, tras la emisión de un documental en la televisión VTR en el que varias víctimas contaron sus vivencias.
La Iglesia católica de Bélgica ha recibido en la última década un total de 1,392 denuncias de abusos sexuales, ocurridos en su gran mayoría hace más de 30 años, según los datos actualizados en el último informe publicado por la Conferencia de Obispos de Bélgica en septiembre de 2023.
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