El Papa Francisco describió este miércoles la pandemia como una dura “dama” a la que se debe obedecer, pero tanto el Pontífice como la mayoría de los ayudantes cercanos no usaron mascarillas en su audiencia general. Al comienzo de la audiencia celebrada en interior, el Papa se disculpó con la gente por no bajar del escenario de mármol. “Me quedaré aquí arriba. Me gustaría mucho bajar y saludar a cada uno de ustedes, pero tenemos que mantener las distancias”, dijo a una multitud de varios cientos de fieles, casi todos con mascarillas. “Si bajo, inmediatamente la gente formará grupos… Y esto va en contra de la salud, de las precauciones que debemos tener frente a esta señora llamada covid, que nos está haciendo mucho daño”, dijo.
Los guardias suizos y los fotógrafos oficiales sí llevaban mascarilla, pero los obispos y sacerdotes que saludaban al Papa de cerca se las quitaban cuando se acercaban a él. Trece guardias suizos y un residente de la casa de huéspedes donde vive el Papa han dado recientemente positivo por covid-19. El Papa, a quien le extirparon parte de un pulmón debido a una enfermedad cuando era joven, ha sido objeto de críticas por no llevar siempre mascarilla en público. El 20 de octubre, llevó una mascarilla durante varias horas en un servicio de oración en Roma con otros líderes religiosos, quitándosela solo para hablar. Y el sábado pasado nadie en la biblioteca privada del Papa llevaba mascarilla cuando tuvo un encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su delegación.
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