El Parlamento Europeo ha dado este miércoles su consentimiento para la ratificación del acuerdo de comercio y cooperación alcanzado por la Unión Europea y el Reino Unido el pasado 24 de diciembre, y que entró en vigor de forma provisional el 1 de enero de este año. La luz verde por abrumadora mayoría (660 votos a favor, 5 en contra y 32 abstenciones) remata casi cinco años de trabajo diplomático y legislativo, iniciados tras el referéndum de 2016 en el Reino Unido que aprobó el Brexit. El pacto queda listo para entrar en vigor de manera definitiva en los próximos días. “La UE seguirá trabajando de manera constructiva con el Reino Unido como un amigo y compañero importante”, ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Michel Barnier.
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Londres también ha dado la bienvenida al acuerdo: “Celebramos enormemente el voto abrumador del Parlamento Europeo de nuestro acuerdo comercial con la UE. Espero que ahora podamos comenzar un nuevo capítulo juntos como europeos, caracterizado por la cooperación amistosa entre soberanos iguales. Gracias a la Comisión Europea y a Michel Barnier [el negociador comunitario] por ayudarnos a llegar hasta aquí”, ha dicho en Twitter el negociador británico, David Frost. El voto de la Eurocámara llega tras cuatro meses de escrutinio por parte de los eurodiputados de un acuerdo que los negociadores de Londres y Bruselas lograron cerrar en la tarde de Nochebuena de 2020 tras casi un año de intensas conversaciones entre ambos equipos, en plena pandemia. Los eurodiputados han usado estos cuatro meses, con el pacto aplicado de manera provisional para evitar el escenario de salida sin acuerdo, para escrutar párrafo a párrafo un tratado que define la relación entre ambos tras el Brexit y marca un importante paso atrás en la calidad de ese vínculo tras casi medio siglo de pertenencia del Reino Unido a la UE.
Ayer, el debate previo a la votación (más de cuatro horas y media) y la larguísima lista de oradores (una de las más numerosas de los últimos años) encajaba con el momento histórico que suponía autorizar la ratificación del primer acuerdo comercial con un antiguo socio de la UE. Antes del debate, casi todos los eurodiputados presentes en el hemiciclo dieron un aplauso de despedida a Barnier.
El voto favorable, sin embargo, no oculta la desconfianza de Bruselas hacia el Gobierno de Boris Johnson, sobre todo, en relación con el protocolo del acuerdo sobre la convivencia entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte. Durante el debate previo a la votación del martes, numerosos europarlamentarios reclamaron a la Comisión Europea que extremase la vigilancia para garantizar que Londres cumple lo pactado y evitar que Irlanda del Norte se convierta en un agujero de entrada de productos hacia el mercado interior europeo.
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