El Consejo Nacional Africano (CNA), el partido de Nelson Mandela, ha obtenido el peor resultado de su historia en las elecciones locales del pasado lunes, según los resultados finales difundidos este jueves. La formación que liberó a Sudáfrica del apartheid y lleva 27 años en el poder sigue siendo la más votada, con un 46% de los sufragios, pero necesitará negociar y formar coaliciones, lo que significa ceder poder y olvidarse de la cómoda hegemonía a la que estaba acostumbrado. La segunda fuerza es la Alianza Democrática (22%) y la tercera, Luchadores por la Libertad Económica, una escisión a la izquierda del CNA, con un 10%. En las municipales de 2016, el CNA logró un 54% de los votos, que ya entonces fue su peor resultado.
“El CNA ha obtenido la mayoría en 161 municipalidades, Alianza Democrática, en 13, y en 66 ningún partido logró la mayoría”, ha afirmado Glen Mashinini, director de la Comisión Electoral Independiente tras confirmar la recepción de 290 irregularidades. Poco después, Cyril Ramaphosa, presidente del Gobierno y del CNA, interpretó el resultado como un “signo de que el multipartidismo se asienta en Sudáfrica, lo que enriquece la democracia y a las personas. Los sudafricanos quieren que sus vidas mejoren, quieren mejores servicios, vivir mejor, con igualdad de oportunidades”.
Jessie Duarte, vicesecretaria general de la formación, admitió desde la sede en Pretoria de la comisión electoral, tras conocer los resultados: “Hemos comprendido el mensaje, nos ha llegado alto y claro”. Las mismas caras serias ―incluso algo descompuestas― que la de Duarte se han repetido en provincias como Kuazulu-Natal, feudo del expresidente Jakob Zuma, por las caídas que se han repetido por todo el país.
Nada más cerrar los colegios electorales el lunes se supo que la participación había sido desastrosa. De los 26,1 millones de sudafricanos registrados (entre los que ya faltaba un tercio de los que podían hacerlo), solo 12,3 millones acudieron a las urnas. Los jóvenes apenas votaron. Durante las siguientes 72 horas, mientras avanzaba el lento recuento, el tono de los comentarios de los ciudadanos que presagiaban la debacle del CNA iba subiendo. “Votar, ¿para qué? Lo que prometieron hace cinco años no solo no lo han cumplido, sino que estamos peor, con cortes de agua y electricidad casi a diario”, se quejaba un ciudadano de Soweto en una llamada al programa matutino de la radio pública SABC. Un argumento que el presentador usaba para lanzar su propia reflexión: “La gente ha perdido la esperanza, quizás los resultados abran los ojos a los que están en el poder, porque la población ya no comprende lo que significa votar”.
La falta o escasez de servicios básicos son la principal queja de los ciudadanos, como ha recogido la televisión independiente ENCA. También generan preocupación la elevada tasa de criminalidad y la falta de empleo (el 35% de la población no tiene trabajo, una cifra que llega al 70% entre los jóvenes).
Pequeñas formaciones y los independientes serán voces con las que contar en las futuras coaliciones, porque como señalan los analistas, ninguno de los grandes partidos ha salido reforzado de los comicios, excepto Luchadores por la Libertad Económica y el Partido Libertad Inkatha, que han terminado con el liderazgo del CNA en Kuazulu-Natal. El plazo para formar los Gobiernos locales y municipales terminará en dos semanas, un periodo en el que se comprobará si la permanencia en el poder lleva a extrañas uniones políticas sin futuro.
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