El huevo es uno de los alimentos más beneficiosos para la salud y más versátiles en la cocina. Sin embargo, hay que tener especial cuidado con su manipulación porque pueden contener bacterias conocidas como Salmonella, que pueden causar una intoxicación alimentaria. Uno de los errores más comunes es romper la cáscara del huevo en el plato y en la sartén. Aunque parezca algo sin importancia, lo cierto es que es un gesto muy peligroso.
¿Por qué nunca hay que romper la cáscara del huevo en el plato o en la sartén?
La razón por la que este gesto es tan peligroso es muy sencilla de explicar. La bacteria Salmonella puede estar presente en la cáscara, de forma que al romper la cáscara en el plato o en la sartén, podría contaminarlos. Tampoco es una buena idea utilizar la cáscara del huevo para separar la clara de la yema.
La Salmonella es una bacteria que puede causar una intoxicación alimentaria a pequeños y mayores. Los síntomas más comunes son los siguientes: náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y dolor de cabeza. En la gran mayoría de casos, las personas se recuperan de la infección por Salmonella pasados unos días sin complicaciones.
Entonces, ¿cuál es la manera correcta de cascar el huevo? Los expertos recomiendan hacerlo en la encimera, pero poniendo una servilleta desechable. Por supuesto, para cocinar con total seguridad, después de romper la cáscara y tirarla a la basura, hay que lavarse las manos.
Consejos prácticos
A la hora de manipular los huevos, hay una serie de consejos prácticos que es de especial interés conocer:
- Los huevos no hay que guardarlos en la puerta de la nevera porque es la zona que más sometida está a los cambios bruscos de temperatura. Lo ideal es almacenarlos en los estantes de la zona más fría.
- Lavar los huevos antes de guardarlos es un gran error porque, al contacto con el agua, se elimina la parte que sella los poros de la cáscara e impide la entrada de microorganismos al interior. Además, se crea un foco de contaminación en la cocina por las salpicaduras que se producen durante el lavado.
- Después de trabajar con huevos crudos, hay que lavar muy bien todas las superficies y utensilios de la cocina.
- Los alimentos elaborados con huevo que no se vayan a consumir en el momento, deben refrigerarse inmediatamente. Se pueden conservar durante un plazo máximo de 24 horas.
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