El pequeño e increíble pueblo de España lleno de cascadas que no te puedes perder

En la comarca de Sierra de Gata podemos encontrarnos con numerosas localidades que bien valen la pena para pasar un fin de semana. Muchas de ellas merecen una mención específica, pero en este caso vamos a detenernos en un increíble pueblo de España lleno de cascadas que no te puedes perder.

Se trata de Robledillo de Gata, declarado Conjunto Histórico y una de las zonas más interesantes para los turistas que se sienten atraídos por las comarcas de Extremadura y más concretamente aquellas que se encuentran en el extremo noroeste de la provincia de Cáceres.

Éste es el pueblo de España lleno de cascadas

La villa de Robledillo de Gata forma parte de la lista de los pueblos más bonitos de España y evidentemente eso no es ninguna casualidad. Cuando llegamos podemos ver que es un lugar distinto, que conserva esa esencia rural típica de dicha región.

Vemos la arquitectura tradicional, a la que debemos las casas de adobe espectacularmente preservadas. Entre sus características destacan las lajas de pizarras, los entramados de madera y esos aleros pronunciados que crean pasadizos.

El estilo de las construcciones religiosas sobresale a la par de las civiles, y de todas las que podríamos recomendar, la Iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción es una de las visitas obligadas. El espacio data del siglo XVI y tanto el exterior como el interior no dan muestras del paso del tiempo. Dentro podrás ver el artesonado mudéjar que decora los techos y es símbolo de Sierra de Gata.

A lo largo del pueblo, van apareciendo otros puntos de interés como las ermitas del Cordero y la del Humilladero, ambas del siglo XVI. Posteriormente se levantaría la ermita de San Miguel, que también puede recorrerse gracias a las tareas de mantenimiento constantes.

Los saltos de agua, imprescindibles

Más allá de las razones antes citadas para visitar Robledillo de Gata, el principal motivo por el que la mayoría de los visitantes viajan hasta este sitio son sus saltos de agua. Aconsejamos conocer la pequeña cascada que alimenta el agua del río Árrago.

A no mucha distancia de ella se encuentra el molino de la época medieval que, aprovechando las fuerzas de las aguas, producía energía. Cerrado desde hace décadas, hoy funciona como Museo del Aceite y te sugerimos que vayas con tiempo suficiente para poder entrar.

Para llegar a este pueblo, la forma más directa es desde la ciudad de Cáceres. Queda a una hora y media por la A-66.


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