“Señoras, señoritas y caballeros, la radio Zénith FM ofrece una emisión en lengua española: Español para todos”, de esta forma, el locutor, arrastrando un poco las erres, da la bienvenida a sus oyentes. Y continúa: “Español para todos es el programa que resume la lección de gramática, ortografía, conjugación y, sobre todo, la corrección de las pruebas propuestas a los distintos exámenes oficiales”. Aquí, un corto silencio que permite escuchar mejor la música de fondo, el merengue infantil A todos mis amigos yo quiero invitar.
El presentador retoma la palabra: “Todos los viernes de cuatro a cinco de la tarde”. Finalmente, la voz se identifica como perteneciente al creador del programa y su conductor: François Urbain Leuga Moumi, antes de repetir en francés el nombre de la emisora y el horario de emisión. La introducción concluye con algunos acordes del tema Sin ti no puedo vivir de la estadounidense Jaci Velásquez. Tras la pausa musical, el periodista anuncia que la parte de gramática de ese día se centrará en la finalidad y la voz pasiva y que aprenderán vocabulario relacionado con el entorno escolar. También, informa de la visita de un par de invitados.
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Español para todos anuda las grandes pasiones de Leuga Moumi: el estudio y la difusión de la lengua y la cultura españolas y el periodismo. El programa cumplirá 10 años el próximo mes de diciembre. Una década durante la cual, cada viernes, los habitantes de Yaundé, la capital de Camerún, han tenido la oportunidad de practicar el castellano y aprender un poco más de la cultura y la forma de vida de los españoles. Y para los que estén ocupados ese día, domingos y miércoles se vuelve a emitir a la misma hora. Una labor que el joven hace sin ningún tipo de apoyo. Y asegura que, a pesar de numerosos intentos de involucrar a la Embajada española en el país africano y a las instituciones promotoras, no ha conseguido nada más que buenas palabras. Pero nada de ayuda que le permita continuar la labor que tanto le apasiona.
Todo el esfuerzo que realiza por difundir el castellano y la cultura española lo hace de manera gratuita porque la emisora no tiene presupuesto para pagar por su trabajo
“Este programa nació con la idea clara de aprender. Desde el primer curso de secundaria me interesé mucho por el idioma, aunque se enseñaba solo a partir del tercero y yo todavía no podía estudiarlo”, explica el locutor. Más adelante afirma que el programa también quiere romper los tópicos y la imagen que se tiene de España en Camerún: “Es mucho más que el fútbol. Aquí damos recetas de cocina, hablamos de las fiestas, de la actualidad. Mostramos otra cara del país, con su turismo, con la gente amable que conocemos, con los invitados que nos visitan”.
Siendo joven, en su pueblo, el ahora locutor escuchó un programa de la radio de Guinea Ecuatorial y se dijo que el español era una lengua muy interesante, que parecía cantada. Eso le animó, aún más, a centrarse en el estudio de ese idioma. Cuando llegó al bachiller, Leuga Moumi tuvo que mudarse a la ciudad, a Bafang, para continuar sus estudios. Allí descubrió una radio comunitaria donde ya había un programa musical en español que se llamaba Salsa azucarada. Se convirtió en asiduo oyente del mismo y un día decidió autoinvitarse a él porque tenía afán de hablarlo bien, de practicar: “Pero no tenía a nadie con quién hacerlo, los compañeros del instituto solo lo hacían en clase. Le había preguntado a mi profesora, y ella me dijo que la única forma de aprender el español es practicarlo”.
El locutor le invitó a visitarle de vez en cuando y casi sin darse cuenta empezó a hacer sus primeros escarceos con el micrófono. Allí también le formaron en la parte técnica. Así llegó a trabajar en programas en francés y en su lengua materna, el fe’efe’e. Hasta que la persona que llevaba Salsa azucarada tuvo que abandonar el proyecto y él tomó su puesto. Por consejo de su profesora cambió el nombre a la emisión por el de Español para todos.
En 2013, se mudó a Yaundé para empezar en la universidad los estudios de Filología Hispánica. En la capital pudo encontrar más personas con las que compartir su pasión por el castellano y hablarlo. Un año más tarde descubrió Radio Zénith FM 92.7 MHz, una radio comunitaria que se escucha en toda la ciudad y sus alrededores. Se acercó hasta ella e hizo algunas propuestas a sus directivos. Así consiguió que le dieran un programa en francés que le permitía ejercer su pasión por el periodismo. Tres meses más tarde, pudo también retomar su programa estrella, ya con mejor conocimiento del idioma. Desde entonces no ha fallado ni un solo viernes a la cita con sus oyentes.
Todo el esfuerzo que realiza por difundir el castellano y su cultura lo hace de manera gratuita porque la emisora no tiene presupuesto para pagar por su trabajo, pero eso no le desanima; al contrario, él transmite ánimo a todos aquellos que como él han optado por estudiar la lengua y luego se dan cuenta de que en un país como Camerún, fuera de la enseñanza, son pocas las salidas laborales con las que cuentan. Y, a pesar de ello, 193.018 personas lo estudian en el país según datos del Instituto Cervantes.
Ni el español ni el periodismo dan para comer en Camerún, por eso una vez que sale del edificio que alberga la radio, Leuga Moumi se sube en su moto y empieza su otro trabajo, el que le aporta el dinero suficiente para su subsistencia: taxista entre el caótico y frenético tráfico de Yaundé. Paralelamente, intenta terminar su máster, escribe una novela autobiográfica y sueña con poder viajar a España para poder completar sus estudios y perfeccionar el idioma.
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