Además de velocidad, pericia y cero miedo, para correr y triunfar en moto uno debe tener algo de suerte. No la tuvo Hugo Millán. El chico, de 14 años y piloto de motos, falleció este domingo víctima de un accidente en las primeras vueltas de la Eropean Talent Cup, una carrera monomarca de búsqueda de talentos enmarcada en el Campeonato Europeo de Velocidad (CEV) e impulsada por Dorna, empresa organizadora del Mundial de Motociclismo.
El piloto, uno de los más destacados de la categoría, segundo clasificado antes de comenzar la carrera de ayer después de sumar cuatro podios consecutivos en los circuitos de Estoril, Valencia (donde se celebraron dos carreras) y Montmeló, se vio involucrado en un accidente múltiple al inicio de la prueba, que se disputaba en el circuito de Motorland, en Alcañiz (Teruel). Quedó tendido en la pista. Se levantó por su propio pie. Y, cuando intentaba alcanzar el arcén de la pista, recibió el impacto de otra moto. Era la máquina del polaco Leon Pawelec, que chocó con la de Millán para luego terminar arrollándole en un accidente fatal. El siniestro se produjo a la salida de la curva cinco de Motorland, una curva cerrada que se toma hacia la izquierda a poca velocidad.
La carrera se suspendió. Millán fue atendido en la misma pista y luego trasladado en helicóptero al Hospital de Zaragoza, donde no se pudo hacer nada para salvar su vida. Falleció unas horas más tarde.
En cuanto se confirmó la fatídica noticia, se suspendieron el resto de carreras del FIM CEV Repsol que quedaban por disputarse en el día.
Hugo Millán era de Huelva y no viajaba a ninguna parte sin su familia. Sus padres y su hermano mayor, Quique, se zampaban cientos de kilómetros en coche para que el pequeño de la casa pudiera ir en moto. Su hermano jugaba al fútbol, pero a Hugo le gustaba ver correr y ganar a Marc Márquez, por eso llevaba el número 93 cuando empezó a correr y a participar, con solo ocho años, en la llamada Cuna de Campeones, un proyecto para dar salida a los jóvenes talentos impulsado por el circuito de Cheste, en Valencia. “Siempre te vamos a recordar por tu sonrisa, tu gran corazón y tu profesionalidad”, publicaba al confirmarse la noticia la cuenta oficial de la Cuna de Campeones.
La muerte de Millán se produce en un fin de semana en el que hay otro piloto, Brad Jones, de 23 años, en coma tras un accidente en una carrera del campeonato británico de Superbikes.
Hace menos de dos meses falleció, en circunstancias muy similares a las de Millán, el piloto suizo Jason Dupasquier, de 19 años, que competía en la categoría de Moto3 del campeonato del mundo.
Los circuitos son cada día más seguros y las protecciones en los monos, mayores. Pero no es lo mismo competir en el Mundial de MotoGP que hacerlo en el Campeonato de España, ahora Campeonato de Europa, donde, entre otras cosas, no es obligatorio llevar un mono de cuero con airbaig integrado, como sí ocurre desde hace unos años en el Mundial.
Otro chico de 14 años, Andreas Pérez, murió en una carrera del CEV tres años atrás. Y se volvió a abrir el debate sobre la peligrosidad de este deporte y los riesgos mayúsculos que asumen chavales que ruedan con motos grandes en pistas de MotoGP.
La European Talent Cup arrancó en 2017 con el propósito de facilitar la llegada al llamado Mundial Junior (el citado CEV) de los corredores más jóvenes: la edad mínima para participar son los 12 años. Todas las motos son motocicletas Honda NSF 250 R (250cc y cuatro tiempos), alcanzan los 225km/h y cuestan alrededor de los 5.000 euros. Para poder participar en la European Talent Cup, la familia Millán, humilde y de recursos limitados, se sirvió de una suerte de microinversiones: pequeñas empresas de Huelva sumaron fuerzas (y aportaron dinero a la causa) para que el chico pudiera cumplir su sueño. En la quilla de su Honda, con el 44, lucían los nombres de más de una veintena de ellas.
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