El Partido Popular de Granada no da por perdida la batalla para conseguir la alcaldía de la ciudad andaluza (233.648 habitantes) y su estrategia, tras la dimisión el jueves del alcalde, Luis Salvador (Ciudadanos), pasa por apelar a las direcciones del PP y Cs para que hagan entrar en razón al ya exregidor y a José Antonio Huertas, el único concejal que se mantuvo fiel a Salvador. Huertas gobierna la ciudad de modo temporal desde este viernes y hasta el próximo día 7 de julio a las 11, cuando se celebre el pleno de investidura para elegir al nuevo alcalde de Granada. Salvador ha recordado este viernes algo que ha aprendido, ha dicho, precisamente de Ciudadanos. “Antes que mis siglas está el interés de Granada”, ha declarado a Canal Sur. Salvador parece indiferente a lo que llegue desde la dirección de su partido en Madrid, mientras insiste en que apoyará a la lista más votada, la del PSOE.
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El jueves, tras la renuncia de Salvador a seguir en la alcaldía, Juan Marín, portavoz de Ciudadanos en Andalucía y vicepresidente del Gobierno andaluz en coalición con el PP, manifestó que no habría apoyo explícito al candidato socialista, Francisco Cuenca. 24 horas después y probablemente ante la actitud de Salvador, Marín ha matizado y ha concedido el apoyo a “proyectos beneficiosos del PSOE” en la ciudad, aunque sin entrar en el gobierno.
El pleno del Ayuntamiento de Granada se ha reunido a mediodía de este viernes para ser informado oficialmente de la dimisión de Luis Salvador. En el acto solo ha intervenido el exalcalde, que ha leído su carta de renuncia, un texto titulado Carta a los granadinos y granadinas. En ella, el exalcalde expone sus reproches al PP por dejarle solo: “Nunca hubiera podido pensar que un partido de gobierno como el PP permitiría que sus concejales abandonasen su responsabilidad con el equipo de gobierno y con los granadinos con la única intención de conseguir un sillón y un intercambio de nombre en la alcaldía”. Y también para los dos concejales de su partido que lo abandonaron hace tres semanas: “Tampoco nunca hubiera podido pensar que dos ediles de Ciudadanos, con los que he compartido proyecto, ilusión, campañas y a los que he otorgado siempre mi confianza, traicionasen el voto de los granadinos… permitiendo hacer saltar por los aires una gestión seria y eficaz, por puro egoísmo y ambición”.
César Díaz, portavoz del PP en el Ayuntamiento, ha asegurado que su formación no da por perdida la vara de mando: “La batalla por la alcaldía está aún por librarse”, “queremos seguir gobernando la ciudad”. . Esa pugna se realizará, según ha afirmado, “con generosidad y altura de miras”. Después, Díaz ha recordado que tanto el portavoz andaluz de la formación como Edmundo Bal, vicesecretario general del partido, habían confirmado que no querían al socialista Francisco Cuenca como alcalde.
El portavoz del PP granadino ha enumerado las tres vías que tiene Salvador de dar la alcaldía a Cuenca sin tener que votarlo expresamente: votarse a sí mismo, abstenerse o no acudir al pleno. En cualquiera de esos casos, el candidato popular, aún desconocido, podría sumar un máximo de 12 votos de los 27 de la Corporación, mientras que el candidato socialista tiene ya los apoyos de sus 10 ediles y los 3 de IU-UP. Para elegir al regidor una mayoría simple es suficiente.
Francisco Cuenca, por su parte, ha recordado que su llegada a la alcaldía se deberá, sencillamente, a que “fueron los más votados por los granadinos” en las elecciones de 2019. Cuenca ha dicho que su gobierno generará una etapa de recuperación que tiene que dejar atrás “el pacto de los trapos sucios”, el acuerdo entre PP y Cs para turnarse en la alcaldía dos años cada formación, suscrito verbalmente entre los representantes de las formaciones en el ámbito local y que nunca se ha cumplido. La crisis municipal granadina puede cerrarse, excepto cambio de última hora, con la elección de Cuenca como alcalde en una sesión de investidura que debe celebrarse entre 48 horas y 10 días a partir del pleno extraordinario de este viernes.
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