El presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en una rueda de prensa el pasado lunes en Valladolid.PHOTOGENIC PR (Europa Press)
En medio del colapso del PP nacional, su líder en Castilla y León y vencedor de las elecciones del 13-F, Alfonso Fernández Mañueco, se ha reunido este miércoles con los representantes de Vox para buscar apoyos con los que lograr la investidura. La suma de ambos (31 procuradores el PP, 13 Vox) otorga una sobrada mayoría absoluta y es una de las dos vías posibles para que Mañueco retuviera el poder autonómico. La otra es una abstención del PSOE, que ha puesto como condición que los populares rompan sus acuerdos con Vox en toda España. Este segundo escenario se antoja muy improbable tras interrumpirse la reunión del pasado lunes entre el líder del PP en Castilla y León y el del PSOE regional, Luis Tudanca, después de solo 15 minutos.
Mañueco insiste en gobernar en solitario, pero tiene en la extrema derecha un potencial aliado al que se ha ido acercando en las últimas fechas y a quien no ha puesto líneas rojas. Vox se erige como socio potencial tras ir rebajando sus pretensiones y adquirir un tono abierto al pacto. Su candidato, Juan García-Gallardo, ha destacado que la distancia entre ambos “es muy grande”, pero en la reunión con el PP ha percibido como “razonables” sus peticiones en materias como la derogación de las leyes de memoria histórica o Igualdad. No obstante, el presidente en funciones de la Junta ha asegurado que en el encuentro no han abordado cuestiones programáticas.
Mañueco ha anunciado que se volverá a ver con aquellas formaciones con interés en formar acuerdos de investidura. No ha querido pronunciarse sobre un posible ingreso de Vox en la Junta e insiste en que su intención es gobernar en solitario. El dirigente popular entiende que hay más escenarios posibles: la abstención del PSOE y acuerdos con fuerzas localistas.
La reunión de Mañueco con García-Gallardo ha durado más de una hora, mucho más que el brevísimo encuentro de apenas 15 minutos con el socialista Luis Tudanca el pasado lunes. Tras el encuentro, el candidato de Vox, que ha vertido acusaciones xenófobas, ha declarado que conserva “la esperanza sobre la posibilidad de un acuerdo de Gobierno” con el PP. Si no, avisa, votarán en contra y se repetirán las elecciones. “No hemos pedido ni más ni menos que otros partidos en la misma situación”, ha insistido. El candidato de Vox recuerda que Ciudadanos logró, con 12 escaños, cuatro consejerías y presidir la Mesa de las Cortes. Las acusaciones de “progre” que su partido lanzó a Mañueco se debían, dijo, “al calor de la campaña electoral”. “Los medios nos caricaturizan como un demonio con quien es difícil llegar a acuerdos, pero nos satisface que el PP haya visto que nuestros puntos son razonables y eso no será impedimento para formar Gobierno”, ha añadido. García-Gallardo aludió, no obstante, a “experiencias que no han respetado los pactos”, en la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento de la capital. Su formación, ha sugerido, ha escarmentado y no respaldará a ningún Ejecutivo del PP desde fuera.
Crisis en Madrid
Mañueco ha afirmado que en la reunión de esta tarde ante la crisis del PP, van a estar “a la altura” para buscar “una respuesta satisfactoria, rápida y de unidad”. Sobre su homólogo gallego, el más duro con Vox en el partido, ha opinado: “Alberto Núñez Feijóo es un referente con una mayoría absoluta, tiene un liderazgo moral incuestionable, pero no voy a entrar en más cuestiones. Tengo manos libres para explorar posibilidades”. El presidente en funciones de Castilla y León no ha aludido a la situación de Pablo Casado, y ha asegurado que la crisis “se va a reconducir”. Mañueco ha instado a que se forme “una candidatura de unidad” y ha emplazado a “hacer todos los esfuerzos para que el congreso extraordinario sea lo antes posible”. Asimismo, ha agradecido la labor del ex secretario general del PP, Teorodo García Egea, con quien ha mantenido “desencuentros muy importantes”.
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García-Gallardo ha declinado “inmiscuirse” en la crisis popular. Ha insistido en que su interlocutor es Mañueco y Vox no quiere entrar en “dinámicas de aplastamiento del único socio posible”.
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