Si este verano te apetece disfrutar de unos días de descanso junto a tu familia o amigos, en España hay lugares maravillosos, como este precioso pueblo de la provincia de Alicante. Se encuentra a mitad de camino del mar y la montaña y tiene un importante conjunto histórico, formado por sus dos castillos y varias iglesias, palacios, ermitas y plazas.
Se trata de Villena, cuyo casco antiguo está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde el año 1968. Se encuentra a tan solo 40 minutos de Alicante capital y es un destino maravilloso para el verano. Aquí podrás disfrutar de la cultura, la historia, la naturaleza y la gastronomía.
¿Qué ver en Villena?
El principal atractivo de la localidad es el Castillo de la Atalaya, cuyo origen se remonta al siglo XII de la mano de lo árabes. Cuenta con dos líneas de muralla y una torre del homenaje. Cabe señalar que las bóveda almohades son, junto a las del castillo de Biar, las más antigua de su estilo en España.
El Castillo de Salvatierra se construyó en el siglo X sobre los restos de un antiguo poblado íbero y se utilizó hasta el siglo XIV, momento en el que fue sustituido por el de la Atalaya. Aunque a día de hoy no queda casi nada de él, todavía se puede apreciar la estructura árabe original.
En el casco antiguo se encuentra el Palacio Municipal, construido a principio del siglo XVI por orden de Jacobo Florentino. Muy cerca está la Iglesia Arciprestal de Santiago Apóstol, que puede presumir de ser uno de los conjuntos gótico-renacentistas más importantes de toda la Comunidad Valenciana.
A cinco kilómetros de Villena se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes, que alberga la imagen de la patrona de la localidad. Está declarado Conjunto Histórico. También es interesante conocer el Cabezo Redondo, un poblado argárico que estuvo habitado entre los siglos XVI y X a.C.
En los alrededores del municipio hay varias rutas de senderismo que merecen mucho la pena, como el Puente de los Espejos. Recibe este nombre porque atraviesa el Puente de los Espejos, caracterizado por el brillo que produce la luz solar sobre las rocas de yeso. Un itinerario circular de 16 kilómetros y dificultad técnica moderada.
Para ir a la playa, en coche se tarda poco más de media hora en llegar a la playa de San Juan de Alicante. Un paraíso de aguas turquesas y arenas finas. Cuenta con zonas para la práctica de multitud de deportes. Tiene una extensión de seis kilómetros, así que nunca está abarrotada, ni siquiera en la época estival.
¿Te animas a visitar este precioso pueblo en verano?
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