El presidente de Túnez, Kais Said, dejó claro este miércoles a través de un comunicado de su oficina presidencial que asumiría nuevos poderes. Horas después, el boletín oficial del país anunciaba que el presidente gobernará por decreto a partir de ahora. El Parlamento del único país donde triunfó la Primavera Árabe no ha podido decir nada porque quedó suspendido durante un mes por el propio Said. Después, prorrogó de forma indefinida la suspensión. Día a día, este jurista de 63 años, que llegó al poder en 2019 sin experiencia política previa, está desmontando el andamiaje constitucional del país magrebí.
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El líder del partido mayoritario del Parlamento, Rached Ghannouchi, de la formación islamista moderada Ennahda, indicó que las medidas de Said significan la cancelación de la Constitución y que su partido no aceptaría eso, según recogió la agencia Reuters.
El texto en que se recogen las nuevas potestades del presidente es un decreto de 23 artículos. El artículo número 5 recoge una treintena de apartados susceptibles de ser legislados mediante un decreto ley presidencial. Ahí se recogen cuestiones muy sensibles en cualquier democracia, como la “organización de la justicia y de la magistratura”, “la organización de la información, de la prensa y de la edición”, “la organización de partidos políticos, sindicatos, asociaciones…, “la organización del Ejército”, “de las fuerzas de seguridad interior y de la aduana”,
El artículo 21 del decreto señala que “la instancia provisional de control de la constitucionalidad de proyectos de ley queda suprimida”. Y en el número 22 declara que el presidente va a elaborar proyectos de revisión relativos a reformas políticas y estará asistido por una comisión cuya organización estará fijada por “decreto presidencial”. Y todo ese cúmulo de artículos que en realidad solo otorgan más poderes a Kais Said, tienen por objeto “un verdadero régimen democrático en el cual el pueblo es el titular de la soberanía”. O sea, todas las medidas autoritarias las toma en nombre de la verdadera democracia.
“En realidad”, explica un analista europeo que solicita el anonimato, “Kais Said ya estaba gobernando por decreto. Decretó en julio la suspensión de competencias del Parlamento, el cese de varios ministros. Decretó después la prórroga sine die de las medidas de excepción…”.
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