La reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador de minimizar el espionaje al subsecretario de Derechos humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, y su negativa de emprender una investigación, son indicadores de que el mandatario estaba consciente de que el Ejército había infectado el celular de “su amigo” y colaborador cercano con el malware Pegasus.
Así lo afirmó Luis Fernando García, director de la organización R3D, en entrevista para Aristegui en Vivo, para quien queda claro que la Secretaría de la Defensa Nacional se encuentra detrás del espionaje a Alejandro Encinas.
“Creo que todavía más grave y desolador el presidente decida hacerse de la vista gorda frente a esta realidad y decida proteger al Ejército frente a estos crímenes, lo cual también revela pues la sumisión en la que está el presidente a las fuerzas armadas”, sostuvo.
García recordó que en marzo de este año, la organización que encabeza reveló -junto con Artículo 19 y Social Tic- que el Ejército mexicano espió con Pegasus al activista Raymundo Ramos y utilizó la información extraída para afectar la documentación de violaciones graves a los derechos humanos, incluyendo el caso donde soldados abatieron a 12 civiles en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
“Esto nos deja muy claro cuáles que las prioridades de este gobierno no es la verdad y justicia en casos como Ayotzinapa, al estar dispuesto a aceptar que el Ejército sabotee esas investigaciones”, declaró durante la entrevista.
Para el activista, el permitir que estos hechos queden impunes, no sólo es una traición a sus promesas de campaña de cero tolerancia a la impunidad, también es una traición a Alejandro Encinas, quien, además de formar parte de su gobierno, ha sido un colaborador cercano por décadas y ha sido llamado amigo por el mismo presidente.
“El presidente siempre ha decidido agachar la cabeza, hacerse la vista gorda y ha tratado de tapar el sol con un dedo para garantizar la impunidad al Ejército”, recalcó.
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