“La pandemia ha consolidado el poder de los regímenes autocráticos y ha erosionado las libertades y el Estado de derecho en los países democráticos”. Esta es la demoledora conclusión del Informe Estado de la Democracia en el mundo 2021, realizado por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA, en sus siglas en inglés), un organismo intergubernamental con sede en Suecia y en parte financiado por la Unión Europea. El estudio subraya que en el presente año se han perdido cuatro democracias por elecciones fraudulentas o golpes militares al tiempo que se han acentuado las tendencias autoritarias en democracias, que, bajo la máscara de luchar contra el coronavirus, “han tomado medidas desproporcionadas, innecesarias o ilegales” como la politización de la justicia, la restricción de las libertades civiles y los derechos de las minorías en países como la India, Brasil, Hungría, Polonia o Eslovenia. A este respecto, el informe, que no entra a discutir las medidas sanitarias adoptadas por los países, solo cita a España por la declaración de inconstitucionalidad de los estados de alarma. Como ha afirmado el secretario general de IDEA Internacional, Kevin Casas-Zamora, exvicepresidente de Costa Rica: “Las fallas políticas y sociales reveladas por la pandemia acercarán a más personas hacia líderes populistas y autoritarios que rara vez brindan soluciones duraderas para las preocupaciones de la ciudadanía”.
El informe, de 78 páginas que analiza la situación en unos 160 países, va al grano y pasa revista región a región a la salud democrática del mundo, en el que dos tercios de la población vive en democracias en retroceso o en regímenes autoritarios. En Asia destaca los casos de Afganistán, tras la toma del poder de los talibanes; Hong Kong, asfixiada en sus libertades por Pekín y Myanmar (antigua Birmania) por el golpe de los generales, sin olvidarse de la situación en Filipinas, Sri Lanka o la India, países víctimas del militarismo y el nacionalismo étnico. IDEA Internacional enfatiza a este respecto cómo “la influencia de China pone también en riesgo la legitimidad del modelo democrático”.
En África y Oriente Próximo, zonas menos castigadas por la pandemia, recuerda que se han producido cuatro golpes militares —Chad, Guinea Conakry, Malí y Sudán— y celebrado elecciones sin garantías democráticas en Argelia, Egipto y Siria. En cuanto a América, si bien aplaude los avances democráticos en Ecuador y República Dominicana, recalca su erosión en Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador y Estados Unidos, país en el que pone un especial énfasis por el deterioro democrático que ha sufrido tras el paso por la presidencia de Donald Trump.
Retrocesos democráticos en Polonia, Hungría y Eslovenia
En el caso de Europa, insiste en el retroceso democrático que se está viviendo en Polonia, Hungría y, en menor grado, en Eslovenia, y hace hincapié en cómo Estados no democráticos como Rusia, Turquía, Bielorrusia y Azerbaiyán “han intensificado sus prácticas represivas” por temor al efecto contagio de las revoluciones democráticas.
IDEA Internacional coincide en general en su pesimismo con la escritora Anne Applebaum, autora de El ocaso de la democracia (Editorial Debate), quien en un reciente artículo publicado en la revista estadounidense The Atlantic señala que si el siglo XX fue una historia de lento progreso hacia la victoria de la democracia liberal sobre otras ideologías —comunismo, fascismo, nacionalismo violento—, el siglo XXI es, hasta ahora, una historia de retroceso.
Sin embargo, el estudio celebra la fuerza de los movimientos cívicos contra la represión y el auge de aquellos que luchan contra el cambio climático y la injusticia racial durante la pandemia pese a las severas restricciones impuestas por los Gobiernos. Así, contabiliza hasta 80 países donde se han producido protestas a favor de la democracia como en Bielorrusia, Cuba, Sudán y Myanmar. También advierte “contra la grave amenaza de la desinformación y las acusaciones infundadas de fraude electoral como se ha visto en Myanmar, Perú y Estados Unidos”.
El estudio advierte en sus conclusiones que las democracias en el mundo se encuentran en una encrucijada y de que líderes, instituciones y ciudadanos deben demostrar que esa es la mejor forma de gobierno. Con esa intención, recomienda acciones políticas para impulsar la renovación democrática global “adoptando contratos sociales más equitativos y sostenibles, reformando las instituciones políticas existentes y reforzando las defensas contra el autoritarismo”. A pesar del deterioro general, muchas democracias han demostrado su resistencia y han introducido o ampliado innovaciones y adaptado sus prácticas e instituciones en tiempo récord pese a los retos de la pandemia, como la celebración de elecciones fiables.
Este informe anual se publica semanas antes de que se celebre la Cumbre por la Democracia convocada por el presidente estadounidense Joe Biden para los próximos 9 y 10 de diciembre. La cita pretende reunir de forma virtual a líderes de gobierno, de la sociedad civil y del sector privado para debatir los desafíos que afrontan las democracias sobre tres ejes de discusión: la defensa contra el autoritarismo, el combate contra la corrupción y la promoción del respeto a los derechos humanos. En el continente americano, la Casa Blanca no ha invitado de momento a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Honduras, El Salvador y Haití. Tampoco a Guatemala, lo que ha causado polémica en el país centroamericano.
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