El primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, anunció este domingo su dimisión en un discurso televisado, 42 días después de haber alcanzado un acuerdo para regresar al poder con los miembros de la Junta militar que lo expulsaron de la jefatura del Gobierno tras el golpe de Estado del 25 de octubre.
La renuncia de Hamdok, un economista y antiguo funcionario de Naciones Unidas, se produjo al término de una nueva jornada de manifestaciones populares contra la asonada militar y en rechazo del pacto político del hasta ahora primer ministro con el líder de la Junta, Abdelfatah al Burhan. En las últimas concentraciones del domingo, horas antes del discurso de Hamdok, las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos contra los manifestantes en Jartum, mientras las marchas de protesta se dirigían al palacio presidencial.
Al menos dos personas murieron, elevando a 56 el número de fallecidos en las protestas desde el golpe de Estado del 25 de octubre, según un comité de médicos opositores sudaneses.
Durante las dos últimas semanas se habían publicado en varias ocasiones rumores sobre la inminente dimisión de Hamdok, sobre todo tras las últimas manifestaciones, en las que murieron varios manifestantes, principalmente por disparos de bala, y se denunció incluso las violaciones de varias mujeres por partes de las fuerzas de seguridad en una de ellas.
“He decidido devolver la responsabilidad y anunciar mi dimisión como primer ministro, y dar una oportunidad a otro hombre o mujer de este país noble para ayudar a pasar lo que queda del periodo de transición hacia un país civil democrático”, dijo Hamdok en su alocución, en un reconocimiento de su fracaso a la hora de formar gobierno.
La renuncia del primer ministro ensombrece aún más el futuro político de Sudán, un país sumido en la incertidumbre tres años después de la revuelta que condujo al derrocamiento del dictador Omar al Bashir.
Aunque no explicó explícitamente la razón por la que ha tomado esta decisión, tuvo palabras de aprecio para “los hombres y mujeres jóvenes de los comités de resistencia”, los responsables de convocar las jornadas de protesta contra el golpe de Estado y a favor de un Gobierno civil.
“Lo habéis hecho bien y vuestra firmeza fue inspiradora y dio forma a las características de un nuevo Sudán”, afirmó.
Hamdok fue nombrado primer ministro en agosto de 2019 para liderar el proceso de transición acordado entre militares y fuerzas políticas y civiles tras el derrocamiento, en abril de ese año, del dictador Omar al Bashir. Tras el golpe de Estado del pasado 25 de octubre, en el que los militares disolvieron el Gobierno y detuvieron a varios de sus miembros y otros civiles que participaban en los órganos de transición, estuvo en arresto domiciliario durante varias semanas hasta que fue repuesto en el cargo el 21 de noviembre. Ese día firmó un acuerdo con Al Burhan para formar un gobierno de tecnócratas sin la participación de los partidos y fuerzas civiles que protagonizaron las protestas que llevaron a la caída de Al Bashir y que propusieron a Hamdok en 2019 para el puesto.
La mayoría de estas fuerzas consideró el pacto como una traición del primer ministro y siguió participando en las manifestaciones en contra de los militares. Además, tras estas seis semanas, Hamdok no había formado todavía gobierno. Durante su discurso defendió que su acuerdo con los militares fue ”un intento más de llevar a las partes a la mesa de diálogo y acordar una hoja de ruta para cumplir el resto del período de transición”.
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