El plan de inversiones para la recuperación que está ultimando el Gobierno tiene dos patas claras: una recoge el presente más inmediato —incluso parte del pasado reciente— y otra mira a los próximos dos años, en los que el Ejecutivo prevé gastar 150.000 millones de euros para movilizar medio billón, junto a la inversión privada. En esta segunda pata, se señalan seis ejes de actuación entre los que destacan, por su capacidad de gasto, el medio ambiente, la industria/tecnología y los servicios públicos, según el borrador al que ha accedido EL PAÍS.
La parte más inmediata de la ruta que está diseñando el Gobierno para la recuperación, y que enviará a Bruselas cuando esté lista, se ve en la propia agenda del Ejecutivo: figura el plan para sector del automóvil presentado el martes y también el del turismo, que tiene turno reservado para este jueves. Ambos han sido dos de los sectores más golpeados por la crisis: las ventas de vehículos se quedaron casi a cero en abril (menos de 5.000 vehículos matriculados); la hostelería ha llegado a tener más del 80% de su mano de obra amparada por ayudas públicas (ERTE y prestación de autónomos).
También señala la necesidad de mantener el apoyo público a los ERTE —algo que el Ministerio de Trabajo está negociando todavía con los agentes sociales— y de lanzar un “plan urgente de formación, reinserción y reorientación profesional para los trabajadores de los sectores que no recuperen totalmente la actividad”. El listado de acción inmediata se completa, entre otros puntos, con el apoyo a las empresas que ayuden a crear una “reserva estratégica de material sanitario”.
La segunda parte pone el foco en los dos próximos años, en los que el Ejecutivo prevé invertir esos 150.000 millones que, en gran medida, llegarán de la Unión Europea. En este punto, el borrador diseñado por el Ministerio de Economía apuntan a seis ejes de actuación preferente con inversiones y reformas:
Transición ecológica. La propia Unión Europea ha apuntado a las energías renovables como uno de los destinos preferentes de los fondos. Bruselas también señala a la construcción y el transporte como sectores prioritarios. El plan del Gobierno recoge en este punto varios de estos aspectos al enumerar la vivienda y la eficiencia energética, la movilidad sostenible o el hidrógeno renovable como líneas de acción.
Industria. La revitalización del sector secundario de la economía es un objetivo de la UE y una demanda en la que coinciden sindicatos y empresarios. Economía aquí ha amalgamado la reindustrialización con el impulso tecnológico. El plan Industria 4.0, el de conectividad digital o el despliegue del 5G.
Empleo. El primer punto de este eje recupera un proyecto ya clásico del Gobierno, el Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI. También apunta a la reforma de la formación y la FP dual, demandada por patronal y sindicatos.
Servicios públicos. La reforma de pensiones pendiente desde la legislatura anterior es uno de los compromisos que figuran en este punto junto con el despliegue del ingreso mínimo. El capítulo de inversiones aquí se reserva para el refuerzo de la Sanidad y la Educación, la digitalización de la Justicia y la inversión en infraestructuras.
Ciencia. Elevar la inversión pública hasta el 2% del PIB es el objetivo autoimpuesto.
Economía rural. La lucha contra la despoblación y la inversión en el sector agroalimentario son los puntos que figuran en este sexto eje.
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