El mapa político español navega sobre un océano de paradojas cuando faltan dos años para la fecha teórica de las próximas elecciones generales. Hay un mar de fondo indudable, el avance de la derecha, sobre todo en su versión más radical. Si se celebrasen hoy elecciones, el PP y un Vox disparado sumarían casi una treintena más de escaños que las dos formaciones del Gobierno de coalición. Pero, aun así, lo tendrían muy difícil para alcanzar el poder, según los resultados de una encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. Aunque el PSOE retrocedería ligeramente, su crecimiento no le bastaría al PP para obtener el primer puesto. El estudio demoscópico, realizado a partir de 2.000 entrevistas, resulta ambivalente para el Gobierno. La mayoría de sus medidas registran un amplio respaldo popular, y, sin embargo, la imagen del Ejecutivo es mala, incluso entre una parte de su electorado: un 30% de los votantes socialistas lo tachan de “incompetente”.
Una segunda entrega de la encuesta se divulgará este lunes, junto al acceso, abierto y gratuito, a todos sus datos internos, a partir de los cuales la investigación demoscópica ha obtenido sus conclusiones. El trabajo de 40dB., realizado en la última semana del año, mantiene el liderazgo electoral del PSOE por un estrecho margen. Los socialistas obtendrían hoy un 26,1% de los votos, casi dos puntos menos que en los comicios de noviembre de 2019. El PP ganaría 2,7 puntos y sería segundo, con el 23,5%. En el reparto de escaños, se da una tendencia al equilibrio: 108 para los socialistas (12 menos) y 100 para los populares (11 más).
El empujón más fuerte en el bloque de la derecha llegaría por el flanco de Vox, que podría escalar hasta el 18,3% de los votos —más de lo que obtuvo el PP en las elecciones de abril de 2019— y sumar otros 14 escaños a los 52 que ya tiene, hasta alcanzar los 66. Unidas Podemos retrocedería levemente, con cuatro diputados menos, y el desplome de Ciudadanos quedaría confirmado, al retener solo dos de los 10 asientos que obtuvo en el Congreso hace dos años (no pasaría de un modesto 3,6%). Más País sumaría un diputado a los tres que ahora tiene con Compromís y los grupos nacionalistas mantendrían sus fuerzas intactas, con solo ligeras oscilaciones.
Más información
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
La imagen que deja el trabajo del instituto de opinión es la de un Parlamento aún más difícilmente gobernable que el actual. La confluencia de PP, Vox y los dos escaños que se atribuyen a Navarra Suma llegaría a 168 diputados. Añadirle los ocho restantes para alcanzar los 176 de la mayoría absoluta se antoja casi imposible en un Congreso así, de nuevo con gran peso del independentismo. Si la izquierda intentase repetir la coalición de gobierno, quedaría aún más dependiente de los nacionalistas catalanes, ya que probablemente necesitaría también el apoyo explícito de Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont. Frente a esa hipotética correlación de fuerzas que dibuja el sondeo, el Parlamento actual puede parecer un remanso de estabilidad.
La demoscopia invita a tomar con gran cautela los datos de encuestas hechas con tanta antelación a una convocatoria de comicios. Una de las razones es que el votante se halla más desmovilizado, como corrobora el estudio de 40dB. Solo un 53% de los consultados dicen que irán a votar con seguridad, 14 puntos menos que en la encuesta del mismo instituto previa a las últimas elecciones de 2019. En este momento es el votante de la derecha el que se muestra más movilizado, hasta rondar el 70% en el caso de PP y Vox, entre cinco y siete puntos más que el de los dos partidos del Ejecutivo. También es mayor en la derecha el sufragio fiel, hasta alcanzar el 85% entre los que eligieron la papeleta de Vox en 2019 y el 67% en los del PP, seis puntos por encima de PSOE y Unidas Podemos. El segmento de la población más proclive a abstenerse es el juvenil: solo el 39% aseguran que votarán con certeza.
De entre las paradojas que siembra la encuesta, ninguna mayor que la extraña posición del Gobierno, respaldado en casi todas sus medidas más importantes y repudiado a la vez en su imagen. Solo los votantes de Unidas Podemos muestran cierto entusiasmo con el Ejecutivo. El escepticismo aumenta entre los socialistas, y los suspensos van siendo más contundentes según se avanza hacia la derecha.
Source link