El concejal de mayor edad de la corporación municipal de Orihuela (77.900 habitantes, Alicante), el socialista Guillermo Cánovas, ha entregado este lunes la vara de mando del Ayuntamiento a la nueva alcaldesa de la ciudad, su compañera de partido Carolina Gracia. Tras un pleno que ha durado poco más de una hora, la moción de censura presentada contra el hasta ahora alcalde, el popular Emilio Bascuñana, ha prosperado y PSOE y Ciudadanos (Cs) formarán equipo de gobierno con el apoyo puntual de Cambiemos, que suman 14 ediles frente a los 11 que acumulan PP y Vox. Durante su intervención, Gracia ha defendido la “responsabilidad de pasar a la acción ante la situación de bloqueo” en la que, a su juicio, Bascuñana había sumido a la ciudad. Es hora, asegura la segunda alcaldesa de la historia de Orihuela, “de arreglar lo desarreglado”.
Desde un primer momento, las intervenciones del pleno extraordinario celebrado esta mañana en el edificio multiusos municipal, alojamiento provisional de la corporación mientras continúan las obras del Ayuntamiento, evidenciaban que el acuerdo firmado ante notario por los seis ediles socialistas, los cinco de Ciudadanos y los tres de Cambiemos estaba completamente blindado. Gracia, como principal valedora y candidata a la alcaldía, ha destacado la “incapacidad” de Bascuñana y su “falta de resolución y de capacidad de liderazgo” para “alcanzar acuerdos” que paliaran “los fracasos de gestión” y la carencia de unidad en el gobierno oriolano, hasta este lunes formado por PP y Cs. La nueva alcaldesa reivindica “la opción de no ser cómplices de la irresponsabilidad” del equipo municipal popular y asegura que la moción responde al deseo de “propiciar la mejor opción” para Orihuela.
Frente a ella, en la bancada opuesta, Bascuñana ha comenzado resignándose. “Dejo la alcaldía con la satisfacción del deber cumplido, la conciencia tranquila, las manos limpias y en contra de mi voluntad”, ha afirmado. Y después, ha pasado al ataque. El ya exalcalde, que reconoce que trabajar a su lado “no resulta fácil”, califica al nuevo gobierno municipal de “unión de perdedores” y considera que no son “los más preparados” para llevar las riendas del consistorio. Bascuñana insiste en que el pacto que le ha desalojado de la alcaldía “está repleto de intereses ocultos” y se basa en que Gracia “permitirá [a los ediles de Cs] traspasar líneas rojas” que él no les “ha consentido”. “Yo no he cedido a chantajes e irregularidades”, ha sentenciado.
El reglamento establecido ha permitido la intervención de los portavoces de todos los grupos con representación municipal. Y todas las miradas se han centrado, principalmente, en José Aix, representante de la formación naranja, quien subraya la “responsabilidad, urgencia y necesidad” de abandonar su coalición con los populares para sacar adelante el nuevo gobierno junto al PSOE. Tras desgranar los principales objetivos marcados para el año que queda de legislatura, que como en el grupo socialista, pasan sobre todo por aprobar un nuevo presupuesto municipal, Aix ha confesado que “el gobierno de coalición” con el PP “nunca fue gobierno ni tampoco coalición” y que sus compañeros dan el voto a Gracia “para que saque a Orihuela de la parálisis”. “Estamos haciendo lo bueno y lo correcto”, ha sostenido. Finalmente, ha asegurado a la nueva alcaldesa que cuenta con su “confianza” y que debe aprovecharla. “No nos falle”, le ha pedido.
Por su parte, desde el grupo de Cambiemos, la portavoz, María García Sandoval, ha manifestado que Bascuñana “no ha estado a la altura del cargo” y ha recordado que sigue “investigado por malversación ” y “sin dar explicaciones”. La representante de la marca local de Podemos opina que la gestión popular ha dejado a la capital de la comarca alicantina de la Vega Baja “en el estancamiento casi absoluto” y que su apoyo a la moción, amparada en la necesidad de “renovación y desbloqueo” es “la decisión más útil para Orihuela”, pero no para su partido.
La socialista María García ha acusado a Bascuñana de carencia de “autocrítica, empatía y respeto” por el resto de partidos de la corporación. También ha replicado al alcalde recordándole que ni en el Ayuntamiento de Madrid ni en la Diputación de Alicante, ambos regidos por el PP, los populares fueron el partido más votado. “¿También Almeida y Mazón lideran una unión de perdedores?”, ha inquirido. El encargado de la intervención del PP ha sido Rafael Almagro, quien en una bronca intervención, la única que ha levantado protestas en la corporación, ha acusado al nuevo gobierno local de “hipocresía y cinismo” y se ha enorgullecido de que Orihuela “es uno de los municipios con los impuestos más bajos de España”. “Volveremos en 2023″, augura, “para quitar a Pedro Sánchez de la Moncloa, a Ximo Puig del Consell [el Gobierno autonómico] y a ustedes del ayuntamiento”. El turno de intervenciones lo ha abierto Vox, partido que en esta moción solo ha podido asistir al intercambio de peloteo a un lado y otro de la red, cuya portavoz, Asunción Aniorte, ha tachado a los ediles de Cs de “vendidos al sanchismo y al socialcomunismo”.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
La votación final, nominal y a voz alzada, ha dado la vara de mando a Gracia. Por orden alfabético, salvo en el caso de Bascuñana, que como alcalde era el último en expresar su opinión, los ediles han ido ratificando lo que se esperaba de ellos. PP y Vox en contra; PSOE, Cambiemos y Ciudadanos a favor. El último de los ediles de la formación naranja en emitir su sí ha sido Antonio Sánchez Moya. Con su apoyo, a falta de tres votos más, la moción quedaba aprobada.
Source link