Los CDC ha publicado una serie de informes que muestran que la enfermedad pulmonar asociada con el vapeo parece estar disminuyendo desde las tasas máximas, y que el acetato de vitamina E parece, como se especuló desde el principio, ser el principal sospechoso de la epidemia. La aflicción ha costado al menos 54 vidas y ha afectado a 2.506 personas en todo el país.
La afección ahora conocida oficialmente como EVALI (cigarrillo electrónico o Vaping, lesión pulmonar asociada al uso del producto) apareció durante el verano, con cientos de personas que informaron dolores en el pecho, falta de aliento y otros síntomas. Cuando las autoridades médicas estatales y los CDC comenzaron a comparar notas, quedó claro que el vapeo era el tema común entre los casos, especialmente el uso de productos de THC.
En poco tiempo, los CDC habían recomendado suspender todo el uso de productos de vapeo y estaban recopilando informes y solicitando muestras de todo el país. Sus autoridades médicas han emitido varios informes sobre la enfermedad. El hallazgo más significativo se hace eco de indicaciones anteriores de que el acetato de vitamina E, una sustancia aceitosa que aparentemente se usaba como agente de corte en cartuchos de vapeo de baja calidad, es al menos un contribuyente importante a la condición:
Sobre la base de un estudio anterior, los CDC analizaron el líquido de lavado broncoalveolar (BAL) de un mayor número de pacientes EVALI de 16 estados y los compararon con el líquido BAL de personas sanas. El acetato de vitamina E, también encontrado en muestras de productos probados por la FDA y laboratorios estatales, se identificó en el fluido BAL de 48 de 51 pacientes EVALI y no se encontró en ninguno de los fluidos BAL de personas sanas.
Eso es bastante claro, pero lo más importante es que no exonera a otros aditivos, quizás incluso peores, que pueden no haber sido tan generalizados. Parece claro que los productores de productos de vapeo deberán restablecer la confianza a raíz de este error fatal, y parte de eso tendrá que ser la transparencia y la regulación.
El vapeo saltó a la fama rápidamente y ha demostrado ser difícil de regular con eficacia. Las empresas sombrías que vendían cartuchos estampados llenos de lo que resultaría ser un adulterante letal probablemente ya se hayan dado cuenta y hayan pasado a la siguiente estafa.
La buena noticia es que la escala de la epidemia parece haber alcanzado su máximo. Todavía hay casos, pero el número de pacientes nuevos no aumenta considerablemente cada mes. Tal vez esto indica que las personas están siguiendo los consejos de los CDC y no están vapeando tanto o en absoluto, o tal vez los productos que usan el aditivo se han retirado silenciosamente del mercado.
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