El Real Madrid fortifica el Palacio


El sólido engranaje del Real Madrid de Pablo Laso pulverizó al pujante Zenit de San Petersburgo de Xavi Pascual con otro ejercicio de intensidad y constancia. Sin resquicios en defensa (85-64). Con Llull y Rudy a la guitarra y Yabusele y Poirier a la batería, los blancos atronaron a su rival y alcanzaron el 20º triunfo en 23 partidos de la Euroliga (tantos como en toda la temporada anterior), el noveno consecutivo, y el 13º en un Palacio convertido en fortín (13 de 13), en busca del pleno de victorias en casa que ya lograron en el curso 2013-2014. Barça, Olimpia Milán, Asvel Villeurbanne y Bayern Múnich son los cuatro obstáculos que deberá superar el líder de la competición para lograrlo. El clásico en las alturas de la semana que viene —ante el mismo Barça que hace 12 días frenó la secuencia madridista de 21 triunfos en 22 encuentros— será la reválida para medir la proyección y robustez de un equipo inabarcable para el Zenit (62-41 de parcial entre el minuto 10 y el 40).

El cuadro ruso aguantó esos 10 minutos antes de sucumbir al miedo escénico de un WiZink Center inexpugnable hasta la fecha en la competición continental. En seis de las 10 temporadas anteriores con Laso en el banquillo, el Madrid completó el curso de la Euroliga contabilizando tan solo una o dos derrotas en su cancha. En la campaña 2013-2014 —la de los récords de 31 victorias consecutivas (invictos del 4 de octubre al 23 de enero), 11 partidos con una anotación superior a los 100 puntos, y 24 victorias por más de 20 puntos de ventaja (11 de ellas por más de 30)—, los blancos se blindaron por completo y cerraron su recorrido continental imbatidos en el Palacio. Solo concedieron seis derrotas en total: cinco a domicilio en la liga regular y una en cancha neutral, la que les costó el título en la final de Milán ante el Maccabi. Las cifras más altas de pinchazos como local del Madrid fueron los cinco de la temporada 2015-2016 y los siete de la pasada temporada. En total, hasta la fecha, un balance de 234 triunfos y 96 derrotas, solo 25 de ellas en feudo propio (por 66 en cancha ajena y cinco en pista neutral).

Y para mantener la imbatibilidad en el Palacio, Laso reclutó al mismo quinteto que ante el Olympiacos el miércoles. Con mucho mejor resultado de salida, eso sí. Con Yabusele y Tavares rivalizando en músculo, fibra y potencia contra Mickey y Poythress. Un choque de trenes en la pintura del que salió un pulso igualado al que se sumaron rápidamente Causeur y Loyd desde el perímetro. Un asalto de tanteo resuelto con empate en el juego, las sensaciones y el marcador (23-23). La pujanza de Tavares (8 puntos y tres rebotes en poco más de nueve minutos) quedó equilibrada por el dominio bajo los aros del Zenit (10 rebotes).

Después se estiró la cuerda y el cuadro ruso entregó las armas. El Madrid lanzó un primer demarraje al inicio del segundo cuarto, con un parcial de 7-2 en tres minutos. Y, aunque un triple de Kulagin y dos tiros libres de Loyd atajaron momentáneamente la carrerilla madridista, la decisiva aportación de Rudy en defensa y en ataque (con dos triples, una asistencia y un robo en cuatro minutos) permitió a los de Laso llegar al descanso con relativa holgura, después de rebajar la producción del Zenit a 13 puntos (45-36, m. 20). Los 11 puntos de Loyd y los siete rebotes de Poythress se quedaron muy cortos ante el remangue madridista.

En la reanudación, un triple de Yabusele y otra canasta de Rudy iniciaron una nueva vuelta de tuerca, la definitiva. Un mate de espaldas de Poirier y un triple de la factoría Llull completaron un parcial de 14-7 que dejó grogui al Zenit (59-43, m. 24). El acierto del Madrid desde el perímetro descosió la pizarra de Pascual y el líder se desató para procurarse un desenlace tranquilo. Otro triple de Llull, 9 de 16 para entonces en la estadística local (11 de 24 al final), elevó la renta de los blancos hasta un +18 (67-49, m. 30). 24-15 en el tanteo del tercer cuarto. Para entonces ya no había intriga. “No estamos para competir con el Madrid a este nivel”, concluyó Xavi Pascual tras el encuentro. El último cuarto fue un trámite en la frontera de los 20 puntos de renta para un Madrid en racha. Otra racha que los blancos pondrán en juego el próximo viernes ante el Barça. Primero (20-3) contra segundo (19-5). El cuarto clásico de la temporada.

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