En Madrid hay rincones que son bien conocidos por todos, como el Parque del Retiro o el Palacio Real, por ejemplo. Sin embargo, hay otros que pasan mucho más desapercibidos para locales y turistas, y que bien merecen una visita. Uno de ellos es el Jardín de la Vega en Alcobendas. No se trata de un jardín cualquier, sino de un jardín japonés con una campana de la Paz inspirada en los templos budistas. ¿Te animas a viajar hasta Japón sin salir de Madrid?
El Jardín de la Vega
Llegar hasta el Jardín de la Vega desde Madrid capital es muy sencillo. Hay varias líneas de autobús que salen de Plaza Castilla y te dejan muy cerca en apenas 20 minutos.
Es un lugar estupendo para pasear y practicar yoga o tai chi. El principal atractivo del jardín japonés es la Campana de la Paz, colocada en una atalaya sobre un pequeño lago. Es una réplica exacta de la Campana de la Paz que se encuentra en el Edifico de las Naciones Unidas en Nueva York. Además, cuenta con varios senderos adornados con plantas trepaderas y tejadillos de enredaderas.
Además, alberga el Museo del Bonsái Luis Vallejo. Para los monjes taoistas el bonsai es el árbol de la vida eterna, así que tiene un significado muy especial. Desde hace miles de años, lo cultivaban para alcalzar la máxima longevidad en equilibrio y plenitud del alma y el cuerpo.
El Jardín de la Vega también es fantástico para familias ya que hay dos parques infantiles que a los más pequeños les encantan: el barco de aventuras y parque de los astronautas.
Los jardines más bonitos de Madrid
Además de viajar hasta Japón en el Jardín de la Vega, en la capital hay otros parques y jardines que son estupendos para disfrutar de la naturaleza y el relax:
- Invernadero del Palacio de Cristal de Arganzuela: un jardín de 7.000 metros cuadrados de plantas en lo que en otra época fue el matadero municipal. Fue construido a principios del siglo XX, y en la actualidad alberga 9.000 especies de plantas diferentes.
- Jardín del Príncipe de Angloba: en pleno barrio de La Latina, este jardín escondido sorprende a todo el que lo visita. En el centro del recinto hay una pequeña fuente de piedra de la que salen varios caminos empedrados.
- El Huerto de las Monjas: antiguamente, estuvo protegido por los muros de un convento que lo usaban como huerto. Se accede a él atravesando un pasaje en el número 7 de la calle Sacramento.
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