De la secretaría general de la OTAN a dirigir el banco central de Noruega. Este es el salto que dará el noruego Jens Stoltenberg a finales de este año. El próximo 30 de septiembre acaba su periodo al frente de la Alianza Atlántica y dos meses después, el 1 de diciembre, se convertirá en el gobernador del Banco de Noruega, según ha anunciado el propio regulador este viernes. “El señor Stoltenberg es un economista comprometido y competente. Estoy seguro de que con su amplia experiencia cumplirá con éxito este rol”, ha declarado el todavía gobernador, Øystein Olsen, al hacer pública la decisión.
El laborista Stoltenberg llegó a la secretaría general de la OTAN en 2014. Antes había sido primer ministro de su país, en dos periodos (2000-2001 y 2005-2013) y ministro de Economía (1996-2000), y llegó a ser líder del Partido Laborista de Noruega entre 2002 y 2014.
Durante los años en los que Stoltenberg ha estado al frente de la OTAN, la alianza militar ha pasado de ser una organización que había perdido protagonismo a recuperarlo, entre otros motivos por la última crisis geopolítica entre Rusia y Ucrania, que tiene como elemento principal de discordia la posibilidad de que este último país entre en la OTAN. De hecho, el presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a afirmar antes de la pandemia que la OTAN estaba en situación de “muerte cerebral”. Y no fueron pocas las veces que durante la presidencia de Donald Trump, quien calificó a la organización de “obsoleta”, la tensión entre los aliados se disparó.
También en este periodo el gasto militar de los países que forman la coalición ha aumentado bastante al pasar de un gasto anual de 910.000 millones de dólares (870.000 millones de euros) en 2014 a 1,050 billones en 2021, según los datos de la propia OTAN. En términos reales, durante estos ocho años la factura ha crecido prácticamente en todos los países y, si se toma como referencia el PIB, lo ha hecho en la mayoría.
La salida de Stoltenberg se producirá tras la cumbre de la coalición en Madrid esta primavera. En ella tiene que decidirse quien será su sustituta, puesto que parece que entre los aliados hay un amplio consenso en que tiene que ser una mujer quien ocupe la secretaría general. Entre los nombres que han llegado a barajarse están los de la ex primera ministra británica Theresa May, la ex alta representante para la Política Exterior de la UE Federica Mogherini, la exministra de Defensa alemana Annete Kramp-Karrembauer y otras políticas que proceden de países del este y centro de Europa.
Además de elegir a la sucesora de Stoltenberg, en Madrid la OTAN tiene que diseñar un nuevo concepto estratégico, la hoja de ruta de la OTAN para la próxima década, que sustituirá al aprobado en Lisboa en 2010. La alianza ya ha incorporado la “visión 360°”, que sustituye una defensa muy centrada exclusivamente en la amenaza rusa por otra que contempla una multiplicidad de riesgos (militares, terroristas, económicos, tecnológicos o ecológicos) procedentes de todas las direcciones (incluso del espacio y el ciberespacio). Sin embargo, la tensión de los últimos meses y el desafío lanzado por el viejo enemigo ruso volverán a estar presentes en este cónclave.
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