2020 ha sido el año del hundimiento de una de las patas más importantes de la economía española por el coronavirus: el turismo. Y para este nuevo año, las perspectivas siguen siendo lúgubres. De hecho, el sector da por perdido el primer trimestre, incluida la Semana Santa, que suele ser el pistoletazo de salida de los meses de mayor actividad de la temporada alta. Además, por si fuera poco, se espera otro verano muy complicado. Según los cálculos de Exceltur tras una encuesta a empresarios del sector, entre enero y marzo las ventas respecto a 2020 caerán un 79%. Unos datos preocupantes, ya que el año pasado no hubo un buen primer trimestre porque se perdió medio mes de marzo por el confinamiento.
Este nuevo desplome se basa en las restricciones a la movilidad vigentes en distintos países europeos. “El 92,6% de la demanda turística extranjera se ve bloqueada en el inicio de 2021 por los confinamientos y cuarentenas con respecto a enero de 2020 en términos de pernoctaciones hoteleras”, recoge el informe presentado por Exceltur. “Hasta el segundo semestre no empezaremos a ver la recuperación del turismo internacional”, ha avisado José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, que sostiene que lo más probable es que solo llegue a final de verano. Es decir, la temporada alta vuelve a estar en duda tras el batacazo del año pasado.
Por ello, las perspectivas de los empresarios están cargadas de incertidumbre y anticipan un nuevo drama para el sector. Eso sí, con el paso de los meses esperan una mejora hasta acabar el ejercicio con una caída del 45,4% respecto a los resultados turísticos de 2019 (año de referencia al ser previo al impacto de la pandemia). Un mal resultado que contiene algo de esperanza: mejorará el hundimiento registrado el ejercicio pasado, que se cerró con una sangría del 69,7%.
Este mal inicio del turismo extranjero es extrapolable a la demanda turística local, que el pasado año soportó mejor el golpe. “El 73,9% de la demanda turística nacional está igualmente bloqueada en enero de 2021 por los cierres perimetrales con respecto a enero de 2020 en términos de pernoctaciones hoteleras”, añade Exceltur. Es decir, esos viajes locales que habían salvado al menos una parte de las cuentas de las empresas están en estos momentos taponados. De ahí que la previsión es que la actividad reducida se extienda entre todos los subsectores de la cadena de valor turística.
Ayudas a fondo perdido
El gran caballo de batalla del sector turístico desde hace meses es tratar de arrancar un ambicioso plan de ayudas directas al Gobierno de España y al resto de Administraciones públicas. Por el momento, con escaso éxito, ya que las medidas anunciadas no sacian ni tan siquiera un poco a una industria turística que ve como miles de empresas están en el alambre. Según el lobby turístico Exceltur, ya no sirven medias tintas ni más créditos blandos: las empresas están sobreendeudadas y solo les servirá dinero contante y sonante para coger algo de aire. De lo contrario, muchas no llegarán al próximo verano. “Más del 30% de las empresas de nuestro sector está en riesgo de caer”, ha sostenido Óscar Perelli, director de estudios de Exceltur.
Las cifras de pérdidas en el último año son mareantes (y lo que queda). Por eso Exceltur centra el disparo en las ayudas a fondo perdido que las cifra en 5.316 millones de euros en los próximos seis meses: 2.008 millones para los alojamientos turísticos, 1.498 millones para el 30% de la restauración que depende del turismo según el INE, 1.020 millones para el ocio de interés turístico y 790 millones para agencias de viajes, empresas de alquiler de vehículos y transporte discrecional turístico por carretera. Si en la restauración se quisiera extender la ayuda a todo el sector, la cuenta pasaría de los 1.498 millones a 4.496 millones, según los cálculos de Exceltur. Es decir, el monto total llegaría en este caso a 8.314 millones.
Esta inyección económica debería de llegar prioritariamente a las pymes. “Empresas viables de toda la cadena de valor turística directamente afectadas por caídas en ventas superiores al 50% con una financiación del 60%-80% de los gastos fijos en los próximos meses de 2021″, añade el informe. “El sector se ha beneficiado de las ayudas generales como los ERTE o los préstamos ICO, pero no de medidas ambiciosas concretas para esta industria como sí han hecho otros países, por ejemplo Italia, Francia, Países Bajos, Alemania o Reino Unido”, ha explicado Zoreda.
Además de estas ayudas a fondo perdido, Exceltur reclama que se acelere el ritmo de vacunación (incluyendo a los trabajadores turísticos), clave para dar seguridad y volver a algo parecido a la normalidad en la movilidad, que los ERTE se renueven después de mayo como una figura estructural hasta finales del año y que se mantenga el plan de apoyo para grandes empresas estratégicas del fondo gestionado por la SEPI.
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