El pasado 1 de junio, cinco encapuchados abordaron en plena calle de San Pedro Alcántara, en Marbella (Málaga) a un ciudadano belga cuando iba a subirse a su coche. Armados hasta los dientes, los hombres se lo llevaron a la fuerza y lo trasladaron a 30 kilómetros de distancia, hasta el municipio de Coín, donde lo encerraron en una casa de campo. En el inmueble, el hombre sufrió cinco días de un tormentoso secuestro. Sus captores no le dejaron dormir ni un minuto, lo golpearon y lo amenazaron en repetidas ocasiones e incluso trataron de que sufriera hipotermia colocándole bolsas de hielo alrededor del cuerpo y orientando hacia él un ventilador. Tres meses después, la Policía Nacional ha detenido a los responsables, de entre 19 y 51 años, cuatro de nacionalidad francesa y ocho españoles. Formaban parte de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas asentada entre Málaga y Ceuta. Cuatro de ellos están ya en prisión.
El motivo del secuestro está relacionado con el robo de un cargamento de droga valorado en 1,5 millones de euros a uno de los miembros de la banda delictiva, según apunta la Policía Nacional en un comunicado. Es la cifra que los captores pedían a los familiares de la víctima para su liberación, quienes pusieron los hechos en conocimiento de la policía. Los agentes consiguieron que la organización criminal liberase a la víctima cinco días después de ser capturada, tras sufrir las agresiones y el insomnio forzado y mientras le exigían el pago de un millón y medio de euros.
Los investigadores de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la Costa del Sol averiguaron que los responsables del rapto eran miembros de un grupo criminal implantado a ambos lados del estrecho de Gibraltar. Sus integrantes cuentan con numerosos antecedentes por delitos violentos, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, y residen sobre todo en Marbella, Coín y Ceuta.
Finalmente, el pasado 15 de septiembre la Policía Nacional desplegó un dispositivo con más de 70 policías, que actuaron de forma paralela en esas tres localidades. Como resultado, fueron detenidos 12 miembros de la organización criminal, entre ellos su líder, un empresario. Se les acusa de los presuntos delitos de secuestro, robo con violencia o intimidación, contra la integridad moral y pertenencia a organización criminal.
Cuatro de los arrestados están ya en prisión por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella. La banda, según la Policía Nacional, estaba dedicada al tráfico internacional de drogas y contaba entre sus filas con individuos muy violentos que, además, disponían de numerosos recursos tecnológicos. Muchos de ellos fueron hallados en los siete registros realizados durante la operación, como dispositivos de geolocalización, inhibidores de frecuencia, varios drones y cámaras espías. En los domicilios de los arrestados también se halló material informático, una máquina duplicadora de llaves, ganzúas, herramientas, pasamontañas, prismáticos, relojes de lujo, tres vehículos y dinero en efectivo.
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