“Desde ayer no se reconoce ninguna prestación en España”, resume Javier Hormigo, un empleado del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Desde su oficina de Cádiz, el funcionario asegura que han retrocedido veinte años en la atención al público: “Estamos tirando de formularios antiguos de prestaciones que se rellenan a mano”. Esta es la principal consecuencia del ataque informático que sufrieron a primera hora del martes los equipos del SEPE, que están completamente inoperativos. Por el momento la página web de la institución está inoperativa y se desconoce cuándo se restablecerá el sistema: “No tenemos fecha, desde luego no tardaremos semanas, serán días”, explica Gerardo Gutiérrez, director general del SEPE, a EL PAÍS.
La principal preocupación en estos momentos es la tramitación de las nuevas prestaciones del Ministerio de Trabajo, que están completamente paralizadas. Desde el seguro público de desempleo a los ERTE, pasando por el subsidio a las empleadas del hogar. Aunque Gutiérrez hace una llamada a la calma: “En ningún caso se van a ver afectadas [las nuevas solicitudes] porque vamos a prorrogar [la posibilidad de pedir la ayuda] tantos días como dure la incidencia para que a efectos de solicitudes no haya ninguna consecuencia negativa”.
Manuel Galdeano, coordinador del sindicato CSIF en el SEPE, concreta que el demandante de paro tiene 15 días para demandar la prestación una vez pierde su empleo, por lo que estas fechas se extenderán mientras la institución no esté operativa, pero no afectará a la hora de cobrar. “Hay oficinas de empleo en Madrid que hasta ahora daban cita para dentro de tres meses, pero la prestación te cubre desde el día que dejaste que trabajar”.
Quienes seguro no tendrán problema para recibir su dinero, según el director del SEPE, serán los que ya cobraban la prestación con anterioridad y están registrados en el sistema, así como quienes tengan que renovar el paro. “La prestación se seguirá cobrando con absoluta normalidad, los ERTE también. Además, las renovaciones se van a hacer de manera automática estos días, por lo que no habrá ningún problema”, garantiza Gutiérrez.
“Haremos una evaluación y si hay que hacer un plan de choque para recuperar el trabajo perdido estos días lo haremos”, añade el alto cargo. El ataque se produce en un momento especialmente difícil para la institución, muy criticada en los últimos meses por la gestión de las ayudas de los ERTE, que han multiplicado su carga de trabajo desde el estallido de la pandemia. Fuentes del Ministerio de Trabajo apuntan a que diariamente se tramitan unas 60.000 solicitudes de prestaciones en España. “Pensamos que es un ataque a la reputación de la institución”, apunta el director del SEPE, ya que los autores del ataque no han reclamado dinero al Estado para desbloquear el sistema, como ocurrió en ataques similares anteriores.
A pie de calle, la imagen es caótica, como explica Françoise Calvo, delegada de UGT en el SEPE. “Hemos vuelto a la antigüedad. Recogemos la documentación que nos entregan en una carpetilla, pero no podemos comprobar si la documentación es correcta”. Desde Cádiz, Javier Hormigo relata que a aquellos que vienen con dudas se les recogen los datos a boli en un folio para llamarles cuando el ataque se resuelva. “Mucha gente viene preguntando si va a cobrar el mes que viene, si les va a afectar a sus prestaciones o si van a poder programar citas”.
Aunque los altos cargos del SEPE aseguran que nadie se va a quedar sin cobrar su ayuda, desde CSIF subrayan la incertidumbre que se vive en las puertas de las oficinas: “Nos preocupan las nuevas prestaciones que se quieran tramitar, por ejemplo una persona que se vea en el paro y vaya a una oficina. En este momento es imposible gestionar y reconocer los derechos económicos de estas solicitudes porque no se puede acceder a ninguna aplicación”. Eso sí, aseguran que las peticiones ya tramitadas “no corren peligro y van a seguir recibiendo su dinero”.
Las primeras evidencias del ataque se detectaron a primera hora del martes y todo apunta a que se trata de un virus de secuestro informático (ransomware) y el principal sospechoso sería Ryuk, un programa malicioso que ya ha atacado anteriormente a empresas y organismos públicos españoles e internacionales, a quienes exigen una cantidad desorbitada de dinero para devolver a la normalidad los equipos.
Desde UGT y CSIF denuncian que la antigüedad de los ordenadores de la Administración promueve esta clase de ataques. “Llevamos meses pidiendo un decidido apoyo en inversión tecnológica, ya que las aplicaciones y sistemas informáticos tienen una antigüedad media de unos 30 años”, afirma el sindicato de funcionarios. El director del SEPE, por otra parte, asegura que el estado de los ordenadores no agrava el ataque: “Los técnicos del Centro Criptológico Nacional nos han dicho que este tipo de ciberataques está afectando a importantes empresas tecnológicas, no tiene nada que ver con la antigüedad de los equipos”
Asimismo, Gutiérrez asegura que el virus informático no habría accedido a la base de datos del servicio, por lo que los datos públicos están a salvo. “No ha habido robo de ningún tipo, este tipo de virus ataca fundamentalmente a los archivos de trabajo compartido. Los archivos afectados son los archivos Windows”, añade el alto cargo.
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