La Copa necesita cierto cariño. Es un torneo que acaba premiando a quien apuesta por él. En Nervión, se vio con claridad que hubo un equipo que quiso, el Sevilla, y otro que está mucho más pendiente de otras batallas, caso del Valencia. A este factor se une la abismal diferencia que existe en estos momentos entre ambos conjuntos. El Sevilla aspira a casi todo y el Valencia desea huir cuanto antes de la quema, ocupando unos puestos en la clasificación muy lejanos a su historia. La imagen de los de Javi Gracia fue bastante discreta.
Con la cabeza puesta en la Liga, el Valencia se olvidó de la Copa y fue presa fácil de un Sevilla en plena forma. Lopetegui refrescó a su equipo, pero no tanto como Gracia. Futbolistas como Bono, Navas, Koundé, Acuña, Rakitic, Jordán o Suso mostraron su calidad junto a secundarios, caso de De Jong o Munir, que aprovecharon su oportunidad.
El Sevilla pasa a lo grande a los cuartos de final, mostrando su calidad y su buen estado de forma. Allí le espera, entre otros, el Betis, por lo que la Copa puede deparar un apasionante derbi copero en una instancia tan avanzada como estos cuartos. Una gran ocasión, por ejemplo, para que el Papu Gómez, recién fichado y fuera de la convocatoria, pueda estrenarse como sevillista.
El Sevilla fue tan superior que no echó en falta a su goleador, En-Nesyri, sometiendo a un rival que empezó con cierta efervescencia y que acabó casi entregado. También descansó otro jugador fundamental en sus esquemas como es Fernando, que llegará muy fresco al choque contra el Eibar en LaLiga del próximo sábado.
Todo empezó en las botas de Suso, que dibujó pases y regates de mucho talento para ir desencajando a un Valencia sin respuesta. A los 16 minutos, el disparo del gaditano salió muy cerca de la meta defendida por Rivero. El estado de forma de Suso es unas de las claves del buen rendimiento colectivo de su equipo. Al mediapunta le ha costado mucho lograr su mejor tono, en especial en lo físico, pero cuando lo ha conseguido se ha convertido en un futbolista absolutamente vital para Lopetegui, que siempre apostó por él y pidió a Monchi su fichaje para el conjunto andaluz.
Poco a poco, el Sevilla fue sometiendo al Valencia hasta golpearlo sin remisión y con mucha calidad. De Jong hizo de En-Nesyri para marcar de cabeza el 1-0 después de un saque de esquina muy bien sacado por Acuña. El Valencia, débil de moral, se deshizo. Daba gusto ver cómo el Sevilla sacaba el balón jugado desde atrás con una gran calidad, sorteando líneas en muy buenas combinaciones entre sus jugadores.
Un ejemplo evidente fue el segundo gol, con una dejada de Suso a De Jong muy bien aprovechada por el holandés. El tanto llegó después de una secuencia de 37 pases del conjunto de Lopetegui, una sucesión de precisión en el que participaron los 11 jugadores del Sevilla según el dato aportado por Opta. Es la secuencia de pases más larga que se ha dado tanto en LaLiga como en la Copa en la actual temporada española.
La imagen del Valencia era muy pobre y el Sevilla no tenía intención de detenerse. A los 38 minutos, Rakitic hizo el tercero de una espectacular vaselina para batir a un Rivero desbordado por las continuas llegadas del conjunto andaluz. El Valencia, con solo dos futbolistas en el once, Paulista y Racic, de los que jugaron ante el Atlético, nada más creó peligro en una buena incursión de Lato, cuyo centro atrás fue rematado alto por Álex Blanco. Muy poco para un equipo de su presumible potencial, y, sobre todo, gran historia.
Partido decidido
El segundo tiempo se convirtió casi en un entrenamiento. Gracia sacó del campo a Paulista y Racic pensando en el importante choque contra el Elche y el Sevilla levantó algo el pie del acelerador. Jordán tuvo una gran ocasión tras un nuevo centro de Acuña y solo el susto de la posible lesión de Navas empañó el convincente triunfo sevillista. El lateral internacional se frenó en una carrera en la banda buscando el área del Valencia. Las imágenes fueron en principio muy preocupantes, anticipando una importante lesión muscular.
Fue el momento también que utilizó Lopetegui para dar entrada a jugadores como Rekik, Aleix Vidal o Idrissi, que deben ser importantes en un equipo vivo en las tres competiciones y con un calendario muy cargado de partidos.
Los tres fueron capaces de realizar alguna que otra acción de mérito mientras el Valencia suspiraba por el final del encuentro. Rekik le puso un buen balón a Munir, que envió su remate fuera del marco de Rivero en una acción muy clara. Aleix Vidal, demasiado brusco en una acción ante Álex Blanco, se anticipó bien a un ataque del Valencia para pasar en profundidad a Idrissi, que se encontró con el meta valencianista después de recortar muy bien ante Wass, uno de los pocos futbolistas que quedaban en el equipo de Gracia que participó en etapas mejores y pasadas de su equipo, como cuando conquistó este mismo torneo en 2019.
Lopetegui sé permitió incluso el lujo de dar algunos minutos finales a En-Nesyri para que se rodara pensando en el choque frente al Eibar. En Ipurua, el pichichi de LaLiga será titular. El Valencia, por su parte, tendrá un choque vital contra el Elche.
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