Ya ha iniciado la cuenta atrás para el estreno de Tamara Falcó: La Marquesa, un reality que narrará, con todo detalle, la vida de la hija de Isabel Preysler. Tal y como ella misma ha desvelado a través de sus redes sociales, será el próximo 4 de agosto cuando el proyecto de su vida por fin vea la luz en Netflix, algo que la tiene realmente ilusionada y nerviosa por todo el esfuerzo que le ha supuesto grabar su día a día durante tres meses.
Ya son varios los detalles que han trascendido acerca del contenido de esta docuserie de la que ya se ha podido ver el tráiler oficial. En él, la reconocida plataforma digital, muestra pequeñas pinceladas sobre lo que será el último proyecto de la marquesa de Griñón.
De este modo, se ha podido conocer que, además de presentarse a los espectadores y hablar sobre sus raíces, durante los diferentes capítulos que conforman la producción audiovisual Tamara también ha dado a conocer sus grandes pasiones, tales como la cocina, el mundo influencer, o incluso la religión.
Sin embargo, lo que casi todo el mundo espera es que la hija de Carlos Falcó hable abiertamente y como nunca antes lo había hecho de su relación con Íñigo Onieva, con quien se ha dicho que podría estar pensando en pasar por el altar después de lo sucedido en la parte final del avance exclusivo. A pocos segundos de terminar el vídeo, la pantalla se pone en negro y se escucha a alguien decir: “Tamara quiere ver vestidos de novia”. Sin duda, unas palabras que han hecho saltar todas las alarmas.
Ha sido precisamente esto lo que ha llevado a diferentes medios de comunicación a preguntarle a la colaboradora de El Hormiguero por sus posibles planes de boda con el que ella misma ha definido como el amor de su vida en más de una ocasión. El último en hacerlo ha sido la revista ¡Hola!, que ha querido aprovechar que la marquesa se encuentra en medio de la promoción de su docuserie para conocer los detalles de su posible futuro compromiso.
Y es que, dado que la chef fue bautizada e hizo su primera comunión en la finca toledana Casa de Vacas, este era el lugar en el que ella soñaba con celebrar su boda. Pero todo cambió cuando heredó el palacio de El Rincón: “Hice mi primera comunión y me bautizaron en Casa de Vacas, entonces me había imaginado casarme en Casa de Vacas, pero después mi padre heredó El Rincón cuando yo tenía ya 15 años y la verdad es que allí se celebraban bodas y todo eso y pensé: ‘pues si este ahora es mi palacio, pues me voy a casar en mi palacio’”, ha confesado.
A parte de por ser un lugar con mucho encanto y de gran importancia para ella por todo lo vivido entre sus históricas paredes, Tamara quiere casarse ahí porque así se libra de tenerle que pedir permiso a su hermano: “Si me caso en la mía no tengo que pedir permiso”, ha bromado.
No obstante, es algo que de momento no ha llegado a hablar con Íñigo, aunque ella es de tradiciones y lo que dicta la relacionada con las bodas es que siempre se celebra en el sitio que dice la novia. ¿Estará de acuerdo el empresario con la voluntad de la marquesa?
Tamara también se ha atrevido a tocar el tema de la maternidad, algo por lo que nunca ha sentido una atracción especial. Ella de momento da prioridad a otras cosas, por lo que, en caso de que empiece a sentir interés por experimentarla, ya tomará una decisión. Pero Tamara, el tiempo apremia.
“La maternidad como tal no ha sido mi prioridad en mi vida, hasta ahora no lo es. Es verdad que una mujer tiene ciertos para quedarse embaraza y eso es algo de lo que soy totalmente consciente, pero no es algo que haya sido mi prioridad absoluta”, ha dicho al respecto.
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