La piratería es una de los problemas más graves a los que se enfrenta el cine. La distribución ilegal de películas a través de internet ha supuesto grandes perjuicios para la industria, aunque lo más grave es que la sociedad ya ha perdido la noción de que consumir películas de esta manera es ilegal. Sin embargo, las empresas siguen luchando para tratar de acabar con la piratería en el cine. Uno de los últimos ejemplos es Philips, que patentó hace unos meses un sistema con el que se podría poner fin a los populares ‘screeners’.
Por si no lo sabes, los ‘screeners’ son grabaciones de las películas que los piratas realizan en la sala para publicarlas posteriormente a través de internet. Es uno de los métodos más utilizados para poder lucrarse, y gracias al que el público tiene la oportunidad de ver un film prácticamente el mismo día de su estreno. Estas grabaciones caseras normalmente son de muy mala calidad (las imágenes son poco nítidas, se escuchan los sonidos del ambiente de la sala, no se ve la pantalla completa…), pero esto parece no importarle a mucha gente, que gracias a la piratería se ahorra el precio de una entrada de cine.
Ambilight contra la piratería
La patente de Philips se basa en la tecnología Ambilight que incorporan sus televisiones. Consiste en proyectar una luz desde el lateral de la pantalla a una determinada frecuencia, de modo que la imagen que obtenida por las cámaras que están grabando ilegalmente la película resulte inutilizable. Esto se consigue sincronizando la luz proyectada con el funcionamiento de los obturadores de las cámaras de vídeo.
La gran ventaja de este sistema para luchar contra la piratería en el cine es que es un método que no es intrusivo para el espectador que disfruta de la película en la sala, aunque está por ver si al final se acaba haciendo realidad y si las salas de cine deciden apostar por él.
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